La Glass House de Philip Johnson es inmediatamente identificada como el germen del que surge este pabellón, construido por el equipo mexicano Fabian M Escalante H Arquitectos. Detalles como unos posibles ecos de las celosías de Luis Barragán y de la primera obra de Herzog & de Meuron, evocan también otras referencias clave de la modernidad desarrollada a lo largo del siglo XX. Todo ello fluidamente sintetizado y adaptado —aunando técnicas contemporáneas y tradicionales— para la creación de este edificio, destinado a acoger reuniones lúdicas y tiempo de descanso en una zona rural.
Fabián M Escalante H Arquitectos ha logrado un gesto arquitectónico sutil construyendo esta casa que se integrada en el entorno sin estridencias ni interferencias y ofrece hospitalidad y sencillez. Levantado entre árboles, el edificio se extiende a lo largo de un único nivel, buscando mantener una conexión constante y total entre el espacio cerrado y el exterior circundante. Se accede a él desde dos entradas: una situada al este, con una celosía cerámica que otorga una cierta intimidad; y otra al oeste, donde una amplia terraza hace las veces de vestíbulo de entrada y prolongación del interior.
La horizontalidad y la apertura, que constituyen las características esenciales del proyecto, son “interrumpidas” por un volumen cerrado de dos alturas con techo a dos aguas. Insertado en el centro, cobija un bar y un área habilitada para cocinar. Estas estancias están conectadas con el paisaje y se prologan sobre la terraza principal, orientada hacia la superficie de agua próxima a la casa.
Levantada entre árboles, la vivienda busca mantener una conexión constante entre el espacio cerrado y el exterior circundante
Este cuerpo está realizado en láminas de acero con un acabado oxidado. El área principal del pabellón emplea un sistema combinado de acero y madera, al que se han incorporado otros elementos locales, como la arcilla y el basalto. El diseño tiene como función agregada la captación y reutilización del agua de lluvia y el reciclado de las aguas residuales. Además, se han implementado sistemas de refrigeración pasiva. El resultado es un edificio donde el lenguaje moderno se encuentra con la sensibilidad actual más inclinada hacia la sostenibilidad ecológica y constructiva.
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