Ubicada en los niveles 18 y 19 de la sede de la compañía de e-commerce VIPshop— en la urbe china de Guangzhou—, the Satori Harbor quiere ser “una materialización de los complejos mecanismos del mundo”. Una biblioteca flotante como abstracción de una ciudad portuaria, un lugar donde deambular entre los libros y sus historias y experimentar momentos de inspiración y liberación.
El claroscuro interiorista de Wutopia Lab
El objetivo de Wutopia Lab era el de crear una experiencia densa, cargada de incertidumbre en el espacio y en el tiempo mediante el contraste de claridad y oscuridad. Su nombre proviene de la descripción del Maestro Zhuangzi —filósofo chino del siglo IV a. C.— sobre el término taoísta satori como “la luz del amanecer que ilumina toda la tierra”.
The Satori Harbor. Una biblioteca flotante
En el corazón del edificio, copan las plantas los cuartos húmedos y los núcleos de comunicaciones, propios de la arquitectura en altura en la que flota the Satori Harbor. Ignorando su presencia, habitan a su alrededor toda una suerte de estancias de diversa índole que albergan la colección de ejemplares raros, un koto —instrumento oriental perteneciente a la familia de las cítaras—, una sala de conferencias, un gran salón con apariencia de paisaje —abierto a la exploración y los juegos de los niños— y hasta una instalación en forma de gruta que busca acercar al usuario a un estado de “diálogo espiritual con el cielo y la tierra”. Una galería de pinturas, recolectadas de diferentes partes del planeta, reinterpreta el estilo de exposición del Salón de París, organizado por la Real Academia francesa en el siglo XVII, con sus paredes colmadas de obras que los impresionistas acabarían subvirtiendo.
En el perímetro de este enclave elevado, junto a la cafetería y la zona de revistas y de lectura, se encuentran el Teatro y el Puerto. El primero, con sus gradas orientadas al sur, abraza la luz diurna con vistas privilegiadas al entorno inmediato y su ritmo metropolitano. La fachada opuesta la ocupa en su totalidad el Puerto, al que se accede a través de un túnel. Una larga embarcación con una enorme vela roja que desciende desde el techo recibe al visitante. Junto al navío, 13 estanterías evocan los Trece Hongs de Guangzhou, que a mediados del siglo XVIII —por orden del emperador Qianlong— se convirtieron en el único portal al comercio exterior en toda China, su única conexión con el resto del mundo.
La uniformidad heterogénea: la clave de Wutopia Lab
Frente a la heterogeneidad de sus ambientes, el estuco y el terrazo, de colores claros desaturados, unifican material y visualmente los 2000 m² de la biblioteca. Resaltan sobre ellos los medidos toques en tonos rojos y naranjas, así como las dos bandas de azulejos con motivos florales y la ventana manchuria, guiños especiales a la tradición local de Guangzhou.
Concebida como una “ciudad dentro de la ciudad”, a Satori Harbor la completan una serie de callejones y rincones más pequeños e íntimos que esperan, pacientemente, a ser pisados por el paseante curioso que se atreva a adentrarse en sus dominios.