El artista danés, Olafur Eliasson, utilizó el propio viaje de sus obras desde Berlín hasta su exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio para crear otra exhibición distinta: Sometimes the river is the bridge. En ella, redunda sobre la importancia de la sostenibilidad contra el cambio climático declarándole la guerra a la huella de carbono.
Las convicciones de Olafur Eliasson
La constancia es una capacidad que lentamente ha ido perdiendo su apellido. ¿Ser constante en qué? O, sobre todo, ¿para qué? En el universo artístico se teme a ese adjetivo, tan mundano como torvo, con el que la crítica tiende a desplazar cualquier creación hacia los límites de una realidad que no nos rodea, sino que es nuestro centro.
No obstante, el historial de Olafur Eliasson está a conciencia focalizado en la sostenibilidad sin margen. Su mentalidad, juguetona en el mejor sentido del término, ha sido capaz de zafarse de esas ataduras para zumbar como una abeja en torno a esa temática—haciendo partícipes de su narración a los visitantes— e hilvanar, sobre un discurso tranquilo, una urgencia.
“Una obra de arte encarna un conjunto de valores e ideas. Refleja las convicciones del artista, sobre la sostenibilidad y el clima, por ejemplo. Creo que tiene que haber una sincronía entre lo que es el arte y cómo se hace el arte. Para mí, hoy, esto se iguala a trabajar con mi estudio para cambiar la forma en que se producen, envían y comparten mis obras”, afirmó Olafur Eliasson a propósito de Sometimes the river is the bridge, que desde el 9 de junio al 27 de septiembre del pasado año se pudo visitar en el MOT (Museo de Arte Contemporáneo de Tokio). Pero, aunque ya no esté disponible, sigue presente el lendel conspicuo que ha dejado con su mensaje preciso y eco-friendly
Contra la huella de carbono: el viaje es la exposición
Concebida en exclusiva para el MOT, funcionó tanto a modo de repaso de la trayectoria creativa del danés—la desconocida, no la que él mismo publicó en su libro Experience— como en convertir el recorrido de las obras en otra obra en sí misma. Y todo (des)gracias a la huella (de carbono). En la búsqueda perenne de Olafur Eliasson, vinculada a la innovación y al uso de materiales sostenibles, Olafur planificó que el viaje de las cajas con los elementos necesarios para sus montajes dibujase su propia ruta. Debido a la ingente cantidad de contaminación que hubiese supuesto hacerlo en avión, el transporte se hizo siguiendo un particular mapa.
“Sometimes the river is the bridge es nuestro proyecto piloto para realizar una exhibición de manera sostenible. Uno de los desafíos consistía en llevar una serie de piezas de Berlín a Japón mientras se disminuía la huella de carbono. Para hacer esto, los enviamos de un modo inusual. Estas viajaron primero en camión desde Berlín a Hamburgo. Y luego en tren a Taicang (China), vía Małaszewicze (Polonia) y Zabaikalsk (Rusia). Una vez que llegaron al puerto de Taicang, fueron cargadas en un barco hacia Japón. Cada caja tenía un sistema de dibujo adjunto que registraba los movimientos del tren y del barco a lo largo del itinerario. Así que la ruta se convirtió en parte de la exposición”.
Los materiales sostenibles representan el futuro
Dada la constancia creativa de Olafur Eliasson, en las 17 salas que albergaban sus creaciones se podían observar algunos de las propuestas que, en mayor o menor medida, ya habían sido presenciadas por espectadores de medio mundo.
Así, en la muestra se recreaba un taller en el que solo se encuentran elementos que emplean en su estudio, como tejas bermellonas que obtienen su color de los residuos en la producción de aluminio, cuya toxicidad se ha eliminado quemándose con terracota. Pigmentos naturales de acuarela hechos con útiles de cocina—el verde proviene de las cebollas rojas—; o tapetes para oraciones realizados con lana de ovejas grises de Islandia. Precisamente en el enclave de Diamond Beach, el creador y su equipo obtuvieron la inspiración para crear réplicas de los bloques de hielo que pueblan su costa.
También se podía visitar una recreación de The exploration of the centre of the sun. En ella se lleva al visitante a un privilegiado, pero espurio juego de cósmicas luces multicolores; o Your happening, has happened, will happen, cuyo uso de las sombras incide en la idea de la marca que dejamos en nuestro paso por la Tierra.
“Toda actividad humana tiene una huella de carbono. Individualmente, sin embargo, no se puede hacer mucho. Es ahora cuando los gobiernos y la comunidad internacional deben ser ambiciosos respecto a la acción climática. Pero para que esto suceda, cada uno de nosotros debemos seguir activos en nuestro círculo y a todos los niveles posibles. Hoy es el día de hacer algo en nombre del planeta”. Y lo dice Olafur Eliasson, alguien para quien hoy es siempre todavía.