La berlinesa Yasmine Benhadj-Djilali realiza este pequeño ataúd de pared como lugar de escape temporal durante la jornada de trabajo. El acceso a este refugio parece un llamamiento al escaqueo, pues con sigilo uno se aleja de sus tareas y se aproxima a esta cápsula. Una forma rápida de huir y evadirse en este nicho vanguardista pero con la opción y/u obligación de salir de él cuando el deber llama. Los Soft Targets se exhibieron en la Biennale Interieur de 2016 en Kortrijk como parte de The Wall, la exposición experimental de diseño alemán. Por su forma y función suponen un concepto más introvertido que social de la pausa durante el trabajo. El espejo exterior hace que pasen desapercibidos y les aporta un halo de misterio y ambigüedad. Cada uno de estos escondites es un objeto de diseño en sí mismo, un mobiliario de uso oculto, que juega con el pensamiento de vernos reflejados por fuera y reflexionando por dentro.
Soft Targets de Yasmine Benhadj-Djilali
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