El arquitecto japonés, Shigeru Ban, famoso por sus estructuras de cartón y construcciones de bajo coste, ha sido el nuevo galardonado con el codicioso premio Pritzker, popularmente conocido como el “Nobel” de la arquitectura. “Durante veinte años, Ban ha respondido con creatividad y con máxima calidad a las situaciones extremas causadas por desastres naturales. Sus edificaciones proveen resguardo: centros comunitarios y espacios espirituales para todos aquellos que han sufrido grandes pérdidas y destrucción”, citan los miembros del jurado.
Desde sus inicios, Ban ha sido símbolo de sustentabilidad, economía y vanguardia. Y esto se puede ver reflejado en muchos de sus proyectos, por ejemplo en la Casa de Papel. Diseñada en 1994, se convirtió en la primera edificación permanente hecha a base de cartón y permitida por el gobierno japonés, ya que, a pesar de ser un material altamente inflamable, su autor creo una película protectora contra del fuego.
De igual manera, el diseñador ha creado albergues para gente afectada por tragedias, como pasó en el seísmo de Kobe en 1995. Los muros de estos albergues fueron erigidos con tubos de cartón y cimentados con cajas para cerveza rellenas con costales de arena. En esta misma línea, uno de sus últimas obras es la Iglesia de Cartón, diseñada para sustituir a la Catedral de Christchurch, en Nueva Zelanda, destruida por un movimiento de tierra en 2011. El templo también puede convertirse en una sala de conciertos con capacidad para setecientas personas.
La trayectoria de Ban rompe con el estereotipo del star architect, donde el arquitecto, más que un servidor de la comunidad, parece una celebridad que busca el reconocimiento. Por el contrario, su tipología es una muestra de la capacidad humana por la compasión, el altruismo y la necesidad de los hombres de trabajar en equipo para favorecer un mundo mejor. Una humildad que vemos en sus propias palabras al recibir el premio: “para mí es un honor y un incentivo para seguir haciendo mi trabajo: una señal de que lo he estado haciendo bien”. En buena hora, felicidades, Shigeru Ban.