Los proyectos de Reiulf Ramstad se cimentan en la curiosidad y la voluntad de hacer algo nuevo. Con una actitud serena y sensible —siempre atenta a la singularidad de cada lugar—, este arquitecto noruego busca intensificar la experiencia física y emocional de sus trabajos. Hemos hablado con él en un interesante intercambio de llamadas y de emails sobre su forma de entender la arquitectura.
La influencia del arte sobre la arquitectura no es nada nuevo, nos cuenta Reiulf Ramstad. “Lleva con nosotros desde el Renacimiento, y el trabajo en nuestro estudio no es una excepción. Una de mis referencias constantes han sido las grandes obras de El Bosco. En primer lugar, por su absoluta osadía: fueron hechas en un tiempo en el que Europa estaba gobernada por un estricto conservadurismo social y el arte solo podía expresar la devoción por Dios o la gloria de la guerra. Y ahí estaba él, representando con un detalle vivo e intenso todo el espectro de emociones de la condición humana. En ese rico tapiz del Purgatorio —culminación absoluta de la fantasía y la imaginación medieval—, todo se muestra en su desnudez: del amor a la angustia, de la serenidad a la abyección”.
El concepto de arquitectura nórdica de Reiulf Ramstad —y del estudio que lleva su nombre— se encuentra sintetizado en una escena pintada por El Bosco: un hombre y una mujer desnudos en el interior de una burbuja. Es posible llevar esa imagen de envoltorio protector —de materialidad ultradelicada, donde el individuo se halla en su estado más primigenio— al porfolio de este arquitecto noruego, en cuyas reflexiones vibra una profunda sensibilidad y una comprensión del complejo funcionamiento de la conciencia.
Pero su sentido de la construcción va más allá del arte. “A mi entender, la arquitectura nórdica está animada por asociaciones libres. Además de las que me ofrecen obras de otros proyectistas que admiro, yo combino todo tipo de referencias. Como ya he dicho, me fascinan en igual medida, y quizá incluso más, las artísticas. De la escultura a la pintura, pasando por la música o la palabra escrita. También encuentro mucho gozo en la naturaleza; el mundo está lleno de una variedad tan infinita de maravillas y elementos fascinantes, que no veo motivo para constreñirme únicamente a lo producido por el hombre”.
ROOM Diseño. – Tu hogar y tu estudio se encuentran dentro de un mismo edificio. “Me gusta trabajar en espacios a los que pertenezco”, dices. Es una afirmación con la que reivindicas que personas y entornos establezcan vínculos intensos y profundos.
Reiulf Ramstad.- Gran parte de la tarea del arquitecto tiene que ver, lógicamente, con cuestiones prácticas relativas a la construcción: que se sostenga, que proteja de las inclemencias del tiempo, que cumpla con multitud de estándares legales y de otros tipos. Y así es como debe ser. No obstante, nuestra responsabilidad es desafiar y tensar los límites de lo posible, tanto para el espacio arquitectónico como para la mentalidad de quienes lo habitan. En este proceso, creo que debería permitírsenos intensificar la sensibilidad humana y el arte. Estoy convencido de que el diseño puede ejercer una influencia determinante sobre el bienestar de una persona.
ROOM Diseño. – Hay una fuerte cualidad escultórica en propuestas land-art como Chemin des Carrières, la Ruta Nacional Turística Selvika o Fur Diatoms. ¿Son un reflejo de ese marcado interés por el arte?
Reiulf Ramstad.- Muchos de mis primeros encargos trataban directamente con el entorno, algo que sigo haciendo con frecuencia. Mi fascinación con el paisaje es múltiple: intelectual, emocional y física. En estos proyectos, la arquitectura aspira a despertar los sentidos del visitante, singularizar y magnificar la sensación de transitar un lugar especial. Por eso, una preocupación fundamental es ralentizar el paseo, crear caminos y, a la vez, entender nuestra disciplina como un medio para reenfocar esta experiencia, generando una aproximación contenida, mesurada, que intensifique la percepción.
ROOM Diseño. – Has desarrollado una gran variedad de proyectos residenciales: viviendas, cabañas, bloques de apartamentos… ¿Cuáles son los conceptos que exploras en cada uno de ellos y qué relación mantienen con el entorno?
Reiulf Ramstad.- La arquitectura debe estar conectada al lugar en el cual se asienta. Al fin y al cabo, somos seres que están habitando un ecosistema mayor, y la arquitectura ha de acoger muchas de las emociones y estados mentales que una persona experimenta. Por ejemplo, una casa puede albergar un repertorio completo de sensaciones, sobre todo si lo ponemos en relación con un ciclo natural: espacios para comer que se abran al sol del atardecer, una sala de estar que pueda cerrarse y darnos abrigo en una cruda noche de invierno, una terraza en la cubierta que atrape el calor estival o una cocina que conecte con un jardín donde podamos hacer crecer, oler y saborear la abundancia de la naturaleza. La idea de proximidad entre esta y la arquitectura no tiene que ver únicamente con la sostenibilidad, también con la de la calidad.
El encuentro con lo imprevisto
Las propuestas de Reiulf Ramstad se caracterizan por una intensa claridad formal potenciada por las cualidades estéticas del material con que el arquitecto las construye. Y, aun con un evidente halo contemporáneo, las imbuye de una cierta atemporalidad. Su materialidad —unas ocasiones rotunda y otras casi leve— siempre está marcada por la búsqueda de una concordia entre edificación y naturaleza. La discreción de la belleza se impone siempre en cualquiera de las escalas de sus proyectos, apelando a los sentidos y también al intelecto. Hay un rasgo intrigante que brota de esa precisa conjugación de forma y materia, confirmando que el encuentro con lo nuevo —o lo imprevisto— es posible sin recurrir al estruendo.
ROOM Diseño. – Te doctoraste en el Istituto Universitario di Architettura de Venecia en 1991. ¿Cómo ha influido sobre un arquitecto escandinavo la formación y el aprendizaje vital en una ciudad del sur de Europa?
Reiulf Ramstad.- Crecí en Oslo y luego viví y estudié en Venecia durante casi una década. Estos dos enclaves tan diferentes me han formado, y diría que han generado una capacidad de atención que estimula mi trabajo. Venecia es una de las urbes más densas y clásicas que uno pueda imaginarse. Su paisaje urbano es también acuático. Algunas de sus calles son tan estrechas que apenas hay sitio para que dos personas caminen de la mano. No queda terreno sin urbanizar: prácticamente estás rodeado por ese laberinto arquitectónico hasta que sube la marea. Entonces, el panorama circundante invade ese laberinto compacto con una fuerza silenciosa que cambia la ciudad entera. Quizá suene intrascendente, pero esta metamorfosis provocada por el mar fue absolutamente transformadora para mí.
ROOM Diseño. – Diría que algo de esto puede identificarse en una de tus obras más interesantes, Chemin des Carrières. En ella, haces que la arquitectura se ponga al servicio de la materialización de la memoria —esa sustancia invisible— no solo para conservar la identidad de un lugar, sino para reinfundirle nueva vida a través de una narrativa que vincula pasado y presente.
Reiulf Ramstad.- El entorno del proyecto contenía muchas características en forma de espacios físicos, así como marcos culturales que queríamos introducir en la propuesta. Chemin des Carrières convierte una antigua línea ferroviaria situada entre los pueblos de Rosheim y Saint-Nabor en un camino para peatones y bicicletas que se dibuja como una ruta ondulante en Alsacia (Francia). Queríamos destacar unas zonas, haciendo que las instalaciones que situábamos acentuaran algo singular de cada pueblo. Homenajear a la vía ferroviaria y a la historia de la región. Las vías se han conservado e incorporado dentro de esa ruta como pabellones de acero, miradores e instalaciones; de esa manera, se redescubren paisajes olvidados y el de todos los días es visto con nuevos ojos.
ROOM Diseño. – Hoy muchos arquitectos hablan de responsabilidad, sostenibilidad, cambios radicales de paradigma… ¿Crees que se ha entendido verdaderamente la necesidad de revisar las bases ideológicas de la arquitectura?
Reiulf Ramstad.- A través de mi trabajo formulo preguntas sobre cómo responder a diferentes retos a escala global y local. En estos momentos de desafío y controversia, donde abundan las visiones distópicas respecto a la capacidad de la Tierra para sostener a futuras generaciones, es importante que forjemos nuevos caminos. Hoy no hay mayor desafío que el de tratar de revitalizar el planeta y hacerlo sostenible. La producción, la industria y la construcción contemporánea dan la impresión, en este momento, de no tener amplitud de miras y, en ocasiones, tampoco la menor sensibilidad. En la arquitectura actual se ha desarrollado notablemente la atención al ecosistema como un parámetro fundamental, pero creo que aún sigue infravalorándoselo muchísimo.
En el siguiente enlace puedes ver otros proyectos de Reiul Ramstad