Con motivo de la rehabilitación del hotel El Royal Monceau, se entregó el hotel al artista belga Arne Quinze, transgresor en el mundo del diseño y miembro de una banda de rock con la que toca en su propio taller, situado en un antiguo complejo industrial, el espacio para llevar a cabo una instalación para un evento en el que los invitados podían interactuar con el espacio como quisieran, incluso destruirlo
El Royal Monceau es uno de los hoteles de París que más ha marcado su historia oficial. Por sus habitaciones han pasado Hemingway, Walt Disney o Robert de Niro. Con motivo de su rehabilitación, se entregó el hotel al artista belga Arne Quinze, transgresor en el mundo del diseño y miembro de una banda de rock con la que toca en su propio taller, situado en un antiguo complejo industrial.
Todos estos elementos no parecen encajar de buenas a primeras con un hotel de cinco estrellas cuyo aspecto remozarán las manos expertas de Philippe Starck. Sin embargo, Quinze ha sabido crear una obra de arte excepcional que no traiciona la extravagancia del espacio. Rebirth es una enorme y efímera estructura de madera roja fluorescente que atraviesa todas las estancias del edificio como una gran corriente alienígena.
El colofón de esta magnífica instalación tuvo lugar el pasado 26 de junio, día en que se invitó a un selecto grupo de personas a una Demolition Party en la que destruir cualquier elemento que quedara todavía en pie: sin duda, el sueño de todo aquel que desee parecerse a una estrella de rock decadente… pero contando con el inquietante trabajo de Quinze. A destacar también sus instalaciones en el Burning Man Festival, cerca de San Francisco, que pueden verse en youtube.