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1.-La ilustración es un campo artístico poco conocido. O mejor dicho, poco asociado a nombres concretos. Conocemos pintores, escultores, arquitectos. Pero ¿ilustradores? Sí, también: Santiago Morilla, Javier Zabala, Isidro Ferrer… Aunque en realidad, todavía se trata de una disciplina llena de caras B y nombres en la sombra. De todas maneras, ya sabemos lo que le ocurre a toda regla. Y Rebecca Dautremer es su mayor excepción.

Rebecca Dautremer-Tishina_SOIE. Cubiertas
Rebecca Dautremer. SOIE. Cubierta
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Seda

Esta mujer francesa, que estudió Bellas Artes y fotografía, roza lo mediático. La última vez que vino a Madrid y firmó ejemplares en una gran librería cerca de Callao, las colas eran más propias de una estrella del pop que de una mujer que da forma gráfica a la palabra: porque el trabajo de Dautremer consiste en eso, en ilustrar la palabra. Hasta ahora básicamente se había centrado en cuentos que se han acabado convirtiendo en grandes best-seller: Alicia en el País de las Maravillas, Nat y el secreto de Eleonora, Diario secreto de Pulgarcito… Personajes que, además, formarán parte de su próximo libro, El pequeño teatro de Rebecca, en la calle a partir del mes de noviembre.

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Seda

2.-La conexión literaria de Dautremer le vino por su madre, empleada de una biblioteca pública. Esto le permitió un acceso rápido a una narrativa infantil que le ayudó a definir su visión del relato con imágenes que ella misma componía en su cabeza. Enyd Blyton fue su escritora de referencia. Sí, sí, la creadora de Los Cinco, esa pandilla de amigos/familia que tanto comían en sus aventuras.

Alicia en el País de las Maravillas. Rebecca Dautremer
Alicia en el País de las Maravillas. Rebecca Dautremer

En los dibujos de Rebecca vemos una fuerza poética que la autora consigue mezclando códigos pictóricos diferentes. Por un lado, la pintura flamenca de los siglos XVI y XVII. Veermer especialmente, y más en concreto, sus retratos: esos primeros planos suaves y distantes. Y por otro, ciertas pinceladas manga, junto a ecos de Brueghel o El Bosco y sus pequeñas criaturas imaginarias. Y todo esto valiéndose del gouache, una acuarela densa, de colores mates casi sombríos, que le dan a sus creaciones una solemnidad sutil y elegante. Un discurso estético que toma el rojo como centro de todo y que queda completaRdo por la manera fotográfica con que Rebecca encuadra sus composiciones. De hecho, ella misma reconoce que cuando dibuja lo hace como si usara una máquina de fotos. “Busco un punto de vista, un ángulo, la profundidad de campo, incluso un tiempo de exposición”.

Alicia en el País de las Maravillas. Rebecca Dautremer
Alicia en el País de las Maravillas. Rebecca Dautremer
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Pequeño Teatro. Rebecca Dautremer
Pulgarcito. Rebecca Dautremer
Pulgarcito. Rebecca Dautremer
Princesas. Rebecca Dautremer
Princesas. Rebecca Dautremer

3.-Hasta ahora, ya lo hemos dicho, Dautremer se había dedicado a textos infantiles, a los que ella ha sabido añadir una cierta dosis de melancolía. En este sentido, sus obras se adentran sin conflicto en la tristeza (Sentimento) o en la muerte (Cyrano). Como ella misma dice, se trata de libros sin ambigüedades para niños abiertos a la complejidad de la vida. “La ventaja de hacer ilustraciones para menores es que te permite jugar con pensamientos sencillos, sin -cómo decirlo- una parte de cinismo. En la literatura para adultos hay otra lectura de la vida”.

Pza Poucet. Rebecca Dautremer

Y esa otra lectura es la que vemos en su primer álbum para mayores, Seda de Alessandro Baricco, que acaba de publicarse en Francia y que lo hará en España probablemente el próximo año. Ambientada en pleno siglo XIX, esta narración breve, fue festejada por crítica y público cuando vio la luz por primera vez en 1997, y cuenta la historia de amor entre un viajante de seda francés y la concubina de un señor feudal de Japón. Para llevar a su territorio creativo las claves de esta nouvelle, en primer lugar Rebecca se documentó con postales, periódicos y fotografías para así conocer las costumbres de la época. «Me interesó muchísimo la austeridad de ese momento histórico. La gente iba vestida en tonos muy oscuros, con abrigos y ropas que le cubrían el cuerpo completamente. Entendí que para este trabajo era importante la sobriedad». Una sobriedad que le ha hecho abandonar el rojo y que forma parte de la propia esencia de esta novela construida a base de elipsis, y con un estilo delicado y sutil. Un entramado de emociones cruzadas, donde no falta un erotismo igualmente sutil, que Dautremer ha sabido recoger en sus dibujos.

QB CARNET SECR Rebecca Dautremer

Baricco se había negado en varias ocasiones a que Seda se convirtiera en una obra con imágenes. Sin embargo, la tenacidad de Jonathan Bay y Antoine Ullmann, al frente de la editorial francesa Thishina, hizo cambiar de idea al autor italiano. Y ese ha sido el mérito de esta pareja de editores: conectar dos voces creativas que convergen en la levedad y en la idea de belleza como algo esencial y ligero. Sin olvidar que también han sabido ver en Dautremer a una gran «escritora» visual más allá de los códigos infantiles.

Visita la web de Rebecca Dutremer

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