Esculpir golpe a golpe para crear un lavabo más armónico y etéreo basado en la desintegración de sus piezas. El diseñador italiano Paolo Ulian deconstruye este diseño para llegar a un elemento abstracto y lleno de matices. Él parte de la pureza extrema de un monolito de mármol blanco de Carrara, que erosiona con un martillo creando una infinidad de profundidades, transparencias e irregularidades perfectas. La apariencia del núcleo central del lavabo va quedando al descubierto según el orden 1, 2 ó 3 de Introverso. Un modo de construir hacia dentro, dejando intocable pero visible el alma de la piedra.