Coser sillones, construir piezas de cuero mediante cuerdas tensadas, hornear mobiliario, hacer del textil una forma de estructura. Fredrik Färg y Emma Marga Blanches son dos jóvenes diseñadores franco-suecos que se mueven entre la experimentación y la producción en serie. A través de lo que ellos llaman “tecnología de costura extrema” crean espejos, reposapiés, sillas, butacas… que, en sus propias palabras, “son como muebles vivos poblando nuestro hogar”. Desde su loft-taller en Estocolmo, están desarrollando una línea de investigación donde lo aparentemente extravagante resulta delicadamente funcional. Porque por muy radical que nos parezca su trabajo, han crecido en el universo nórdico. Ese territorio en el que diseño y sentido común van de la mano. Un dato: algunas de sus creaciones compusieron la escenografía en el corto Longing to fly, longing to fall de la arquitecta y músico Erika Janunger.