La estantería Orí

En la teología yoruba, nada es más complejo que el concepto metafísico de ORÍ, a veces asociado a la cabeza física (cráneo), el orixá personal, la conciencia, el destino, el alma, o el ángel guardián ancestral. Puede considerarse la teoría de la conciencia, del destino o de ambos. Dentro de ORÍ existe otro misterio: “Ori Inú”, o “alma interior”; brillo divino.

El «Apèrèré», que sostiene, está moldeado con porciones de sustancias parentales, pero el interior, o “ori-inu”, es único y representa una combinación de elementos íntimamente ligados al destino personal. “Es este contenido, o ori-inu, lo que expresa la existencia individualizada” (Joana Elbain Santos).

La estantería «Orí» es una pieza tubular hecha de Jequitibá rosa, con detalles en latón y más de siete mil cuentas que decoran la parte superior. Al ser una estantería hueca, su estructura es ligera y fluida, elevada por el volumen de dos cordones de conchas, que a la vez esconden lo que está dentro del Orí y permiten que respire lo que está en su interior.

El Orí necesita ser cuidado espiritualmente para poder afrontar los cambios, para asimilar con delicadeza las experiencias, los desafíos y las dificultades de la vida, y enfrentar las transformaciones necesarias e inevitables. La estantería “Orí” es un homenaje al artista y una ofrenda a su Orí, comprendiendo los principios de su fuerza y simbolismo, al tiempo que ofrece al coleccionista la representación y el cuidado de esta entidad en su hogar.

‘Un buen Orí es como la tierra dulce’.