Golden Box es más de lo que parece a simple vista. El último proyecto de AMAA, recientemente completado en el corazón de la ciudad de Arzignano, Italia, es un dispositivo espacial precioso a través del cual el estudio fundado por Alessandra Rampazzo y Marcello Galiotto articula una reflexión personal sobre el tema del habitar.
Golden Box: Más de lo que parece
Golden Box es una arquitectura dentro de otra arquitectura, aunque ligeramente más grande. Inspirada en los conceptos experimentales de vivienda de algunos maestros modernistas, esta nueva entidad arquitectónica —un paralelepípedo de base cuadrada que mide cinco metros por cada lado— ocupa casi la totalidad de la superficie de un pequeño apartamento, liberado de sus particiones internas. Su envoltura está construida íntegramente con paneles de latón que ocasionalmente dan paso a áreas ricamente revestidas con placas de mármol verde imperial, mostrando así la riqueza de su contenido.
La integración de Golden Box dentro de la estructura existente destaca una irregularidad deliberada: en lugar de alinearse con las paredes perimetrales o los elementos decorativos del techo, su disposición genera una serie de desalineaciones y oportunidades, creando un juego de expansiones espaciales y momentos de sorpresa en los espacios intermedios. Esta desviación intencionada invita a recorrer el objeto, buscando consuelo en el único lado donde se logra una condición de paralelismo: junto a la cocina, donde dos ventanas se abren a un balcón con vistas a la calle principal.
Cuidadosamente elaborado con precisión, el trabajo aprovecha la discrepancia macroscópica de su ubicación. Sus dimensiones deliberadamente fuera de escala y desalineaciones sirven como catalizador para una reflexión más amplia sobre la naturaleza del diseño arquitectónico.
Para AMAA, la relación con la historia es intensa pero libre de ataduras, basada en una búsqueda constante de nuevas oportunidades de diseño y en el desmantelamiento consciente de los dogmas compositivos. Golden Box es, sin duda, una creación única, realizada con técnicas artesanales a partir de un diseño personalizado. Su realización, marcada por constantes refinamientos, tomó aproximadamente tres años.
Golden Box: un tesoro arquitectónico en un apartamento histórico
Golden Box cuenta la historia de un objeto dorado incrustado en un pequeño apartamento de principios del siglo XX, cuya riqueza emana del suelo original de terrazo Palladiana. Esta nueva adición surge de una reflexión sobre el concepto de habitar, con la intención de abolir el pasillo, un espacio conectivo pero emocionalmente estéril, típico de las viviendas tradicionales construidas entre las décadas de 1960 y 1980.
El encargo de los clientes era crear un pequeño refugio: una escapada de fin de semana para desconectarse del frenesí diario, aunque a pocos kilómetros de su residencia actual. Con pasión y visión, apoyaron y alentaron la exploración en diversas direcciones espaciales, conceptuales y materiales.
El proceso de diseño toma inspiración de las experiencias de Jean Prouvé, Le Corbusier y Charlotte Perriand, y sus pequeños dispositivos habitacionales: episodios preciosos, meticulosamente estudiados y refinados. Liberar el espacio de particiones existentes y restaurar el suelo Palladiano permitió la inserción de un único volumen (de 5 x 5 metros): una suerte de cofre del tesoro que contiene todas las funciones necesarias para la vida, incluyendo la cocina, la zona de descanso, el baño y un espacio de relajación.
Golden Box está orientado para generar tensiones con la decoración del techo y la geometría irregular de las paredes existentes. En un intento por difuminar los límites entre los espacios interiores y exteriores, el nuevo volumen se alinea con el Corso Giuseppe Mazzini, una vía que atraviesa la ciudad, mientras que la única ventana que se abre en la fachada este enmarca el patio Mattarello adyacente. El acceso a este «jardín secreto» se extiende al interior del baño, gracias a un vidrio curvado colocado en la esquina opuesta a la ventana. Marcos y elementos especialmente diseñados ocultan uniones y fijaciones. La preciosidad del dispositivo radica en la investigación de materiales llevada a cabo por AMAA, particularmente en el uso del latón. A través de la colaboración con De Castelli, se desarrolló un método específico de grabado y fijación de la superficie de las placas, que refleja el resultado ya presente en el reverso de las placas procesadas por la empresa. Así, un único material precioso envuelve el volumen, ocultando y revelando los espacios interiores según sea necesario: todo se despliega en las profundidades de este cofre del tesoro.
El único otro color es el verde, una clara referencia a los tejados de cobre de la iglesia diseñada por Giovanni Michelucci en Arzignano, expresado aquí con variaciones materiales: mármol verde imperial en el baño y la cocina, madera lacada y terciopelo.
La fase conceptual rápida dio paso a un largo y meticuloso proceso de desarrollo del diseño y refinamiento de los detalles de construcción: la realización de maquetas y la construcción tomaron casi tres años de trabajo en el lugar, llevados a cabo mediante una intensa colaboración entre los arquitectos y los artesanos locales, profundamente arraigados en la tradición, pero aún capaces de inventar y transformar.
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