El estudio Objects of Common Interest presentó una colección de piezas en Nilufar Depot, caracterizadas por un inusual efecto visual. Un ejercicio de creación entre la antigua Grecia y la técnica contemporánea, donde el protagonista es el material: la resina.
El diseño mutable de Objetcs of Common Interest
Existe un diseño que roza lo metafísico. Objetos que, sirviéndose de cualidades que semejan trasladarnos más allá, alcanzan con peculiaridad la desintegración o la emergencia. Y es que los materiales son un medio capaz de transformar la apariencia de lo real en algo que se supera a sí mismo. Como si de un acto trascendente e inexplicable se tratase, el estudio Objects of Common Interest presentó POIKILOS. Nuevas formas de iridiscencia, una exposición en el espacio milanés de Nilufar Depot que puso de relieve cómo lo matérico puede emular lo intangible.
Para ello, Eleni Petaloti y Leonidas Trampoukis —integrantes de Objects of Common Interest— aprovecharon y desarrollaron la iridiscencia. A través de este fenómeno óptico que desvela el espectro de color, los diseñadores explotaron el efecto para crear una colección de piezas visualmente inusuales. Asientos, mesas, lámparas o jarrones conforman un compendio de elementos enigmáticos de una belleza rara y atractiva. ¿Cómo? Mediante una apuesta total por la resina. Llevándola, en este caso, hasta sus últimas consecuencias.
El devenir en muebles resina
Las características de la resina tienen un gran potencial formal. Su superficie hace que varíe el tono de la luz según el ángulo desde el que se observa, por lo que en ella se pueden apreciar distintos colores. La iridiscencia es muy común en la naturaleza: presente en una mariposa o en el plumaje de un pavo real, esta manifestación habla del movimiento mutuo que fluye —tanto el del objeto en sí, como el de aquel que gravita a su alrededor observándolo—. Es contraria al estatismo, aunque resida en algo que paradójicamente sea sólido. No es coincidencia que las primeras referencias a este concepto se remonten a la antigua Grecia, donde tan anclado en la filosofía helénica se encuentra el concepto de “devenir”. Poikilos es, de hecho, la palabra empleada en ese contexto para describir el pelaje moteado del leopardo que corre, o la piel opalescente de una serpiente. El poikilos siempre es vivo y mutable, como la propia resina.
El origen: una historia griega en Nilufar Depot
La exhibición —comisariada por Studio Vedèt— también tenía, a su manera, orígenes griegos. De hecho, la muestra surgió del fructífero camino de sus diseñadores entre Atenas y Nueva York. Hace muchos años, conocieron a Ovidiu Colea: maestro en Long Island de un taller dedicado íntegramente a producir y experimentar con la resina. En 2019 y ya a punto de jubilarse sin saber a quién dejar todos sus conocimientos, maquinaria y fórmulas desconocidas, pasó el relevo a Petaloti y Trampoukis, quienes lo trasladaron a un gran espacio en la zona industrial del Pireo de Atenas, reactivando su legado en su propia fábrica helénica.
De la rara y simple belleza de esta historia —como si se tratase de un mito griego— nació el conjunto de Poikilos, concurrido por objetos que deben su movimiento iridiscente a una receta secretamente transmitida por Ovidiu. La resina líquida se vierte en moldes y, una vez solidificada, se interviene manualmente como el hierro o la madera. Este enfoque, absolutamente único en su campo, evita el procesamiento más clásico en el que se cortan bloques cuadrados utilizando máquinas robotizadas, suavizando los contornos y multiplicando el juego óptico. Además, restringe el desperdicio innecesario y sugiere una circularidad en la que cualquier pieza puede fundirse y transfigurarse en una nueva, dentro de esa reminiscencia constante al devenir de la civilización mediterránea.
La idea del cambio, de esta mutación continua de líquido a sólido, parece ser el origen más natural de las criaturas etéreas que se exhiben. Junto a ella, el hábil uso de líneas y geometrías, yuxtaposiciones y diálogos entre curvas y ángulos agudos. Un modo contemporáneo de poikilos, con el encanto de las cosas deslumbrantes e inesperadas. Objetos físicos o metafísicos, quien sabe, pero que nunca dejan de ser objetos de interés común.
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Objects of Common Interest trabaja en el ámbito del arte, el diseño y la arquitectura, combinando proyectos en escala que van desde objetos e instalaciones, hasta entornos inmersivos interactivos. También son socios fundadores de la oficina de arquitectura LOT con quien comparten sede entre Nueva York y Atenas.