El minimalismo se ha consolidado en los últimos años como un estilo constructivo y una forma de vida. Tener menos para poder disfrutar más de lo intangible. Ese es el objetivo que muchas veces se plantean arquitectos y diseñadores en la búsqueda de una silueta residencial que encaje con sus habitantes. Y eso es lo que vemos en la nueva reforma del estudio Pensi Pascual en Sant Andreu de Llavaneres.
Una reforma minimalista que se transforma
Situado en Sant Andreu de Llavaneres, el estudio capitaneado por Pol Pensi y Arnau Pascual ha intervenido un antiguo apartamento para convertirlo en un hogar adaptable y dinámico. Un proyecto de reforma minimalista donde cada rincón puede evolucionar con el tiempo, y en donde la intervención ha permitido abrir el interior y liberar el centro de la vivienda. Esta estrategia maximiza la luminosidad y establece un flujo continuo entre las distintas áreas, acentuando la concatenación de muebles bajos —sofá, chimenea y almacenaje—, que delinean geometrías que se funden con las propias estancias.
El diseño juega aquí con la idea de que los ambientes no son estáticos, pudiendo transformarse radicalmente. La disposición escogida hace que la cocina, los baños y los dormitorios queden adosados a las paredes preexistentes, originando un recorrido que invita al movimiento y a la interacción. Por ejemplo, el aseo principal —colocado en el corazón de la casa— facilita una circulación fluida a su alrededor, ampliando la sensación de encadenamiento; mientras que las transiciones suaves entre estancias crean una armonía general. En este caso, los colores también desempeñan un papel crucial: tonos vibrantes de verde, rojo y azul emergen en las salas cerradas, revelándose a medida que se mueven puertas y ventanas.
Blanco y cotidianeidad
La composición reimagina el espacio habitacional desde cero. Lo vemos en el uso cromático que desempeña el estudio Pascual Pensi, con el que confecciona una simbiosis visual con el paisaje colindante, sobre todo con las vistas hacia el mar Mediterráneo. Esta acción, además, se complementa con la intencionalidad minimal del resto de la propuesta, donde la iluminación se dispone como constelaciones en el cielo, y donde cada elemento seleccionado amplifica su expresión a pesar de su estética mínima.
El enfoque innovador y consciente del equipo les ha llevado a erigir un hogar que respira, se transforma y que celebra la vida cotidiana en un entorno que se percibe como un refugio en la costa catalana. Blanco sobre blanco. Capas de madera y color. Una obra que nos obliga a valorar la flexibilidad de cara al futuro y a repensar cómo vivimos.
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