La silla PK6 y el sofá PK7 del diseñador brasileño Paulo Kobylka parecen representar lo básico de una cancha deportiva: la pista, la valla y la grada. El autor extrapola materiales propios de la construcción para dar la identidad a estos asientos. La malla y los perfiles metálicos son la piel y estructura, que Kobylka pinta de colores brillantes y acolcha para descansar los pesos del jugador. El mecanizado está hecho a mano: recortado, soldado y doblado mediante un equipo de artesanos. Este arquitecto, urbanista y diseñador busca la creatividad y reflexiona sobre conceptos existentes con el fin de fundir en ellos innovación y funcionalidad. Sus PK se perciben cómodos y extravagantemente deportivos. Ni calentar, ni correr; según el autor, el placer del juego se encuentra al sentarse en el banquillo.