La historia reciente del diseño francés ha dado grandes nombres, y Patrick Jouin es uno de sus creadores más relevantes. Con un amplio registro, que va desde proyectos de interiorismo a servicios de mesa, pasando por objetos cotidianos o mobiliario urbano, Jouin aborda su trabajo con la precisión de un cirujano. Desde su estudio parisino, y en plena pandemia, nos contó su forma de entender la profesión y las claves para enfrentarnos al momento actual.
Allá por 1994, recién salido de la facultad y lleno de inseguridades, comenzó su carrera de la mano de Philippe Starck. Solo cuatro años después, dejaba a la superestrella para montar su propio estudio. Hoy Patrick Jouin es uno de los diseñadores franceses más aclamados de su generación y tiene una amplia cartera de clientes, entre los que se encuentra el Ayuntamiento de París, ciudad en la que reside.
Cuenta que le costó un año deshacerse del estilo y el método starckiano, pero había aprendido una valiosa lección de su mentor: a confiar en su instinto por encima de todo. Desde ROOM Diseño, charlamos con él durante los días más duros del confinamiento y, a pesar de las circunstancias, nos encontramos con un hombre sonriente, tranquilo y bastante optimista.
ROOM Diseño.- Su obra tiene una marcada vocación humanista. ¿Se identifica con la definición de diseñador como alguien que resuelve problemas?
Patrick Jouin.- Cuando era pequeño quería ser médico o cirujano, y me encanta que el diseño, en cierta forma, trate de curar. Ya sea la fealdad o los objetos que nos rodean que, cuando no están bien pensados, tienen un impacto negativo en las personas. Supongo que en el contexto actual todos los diseñadores del mundo se preguntan qué pueden hacer. Es necesario ese impulso de querer trabajar por y para la gente. Si no lo tienes, creo que no deberías dedicarte a esto. Para mí esa es la base de mi labor: no buscar la belleza —eso llegará—, sino resolver problemas reales.
ROOM Diseño.- Con medio planeta confinado, ¿de qué debemos ocuparnos con mayor urgencia?
Patrick Jouin.-Durante los últimos dos meses han surgido preguntas para las que, en muchos casos, todavía no tenemos respuesta. Ahora trabajamos desde casa, hemos comprobado que el teletrabajo funciona; empezará a normalizarse y transformará los hogares. Podemos aguantar una silla incómoda durante un tiempo, pero si esto se convierte en lo habitual, querremos comodidad y calidad para evitar problemas de postura y espalda. Habrá que pensar en cómo vamos a separar los momentos profesionales de la vida en familia, ocultar lo relacionado con lo laboral, a lo mejor en un escritorio que se pueda abrir y cerrar… No lo sé, pero son oportunidades nuevas muy interesantes. Tenemos que proponer, y en este momento no pasa nada porque nos copien: la prioridad ahora es dar con soluciones para esta situación.
“Como diseñadores, tenemos que ser insolentes ante la adversidad. No es el momento de ponernos poéticos, pero si lo hacemos, tendremos que ser poetas eficaces”.
Patrick Jouin
Seísmo social y pandemia
La capacidad creativa de Patrick Jouin es muy grande. Desde servicios de mesa hasta mobiliario urbano, pasando por interiores de hoteles, tiendas de lujo, restaurantes, sillas y todo tipo de objetos cotidianos. Una experiencia tan amplia le ha aportado un conocimiento profundo de las necesidades y los comportamientos humanos, lo que se ha convertido en eje principal de sus proyectos con pasmosa facilidad.
ROOM Diseño.- Ha sido rapidísimo en ponerse a pensar soluciones para adaptar la vida a las nuevas circunstancias. De hecho, el 24 de abril sus ideas para la hostelería fueron presentadas en el Elíseo por el chef Alain Ducasse. Su propuesta tiene en cuenta los aspectos psicológicos de la pandemia, no solo se ocupa de que la gente esté segura, sino de que también se sienta segura, que no es lo mismo.
Patrick Jouin.- Con respecto a la pandemia hablé con varios especialistas, ahí me di cuenta de que el virus flota en el aire. Llevar mascarilla es lo más eficiente y, además, nos hace más conscientes del problema. No está solo para protegerte a ti mismo o al otro, también es un signo que nos transmite el mensaje “virus”. Sin ella se nos olvida el asunto y aumenta el riesgo de contagio, los paneles separadores para los restaurantes son un recordatorio permanente de cuáles son las circunstancias. Un diseñador no solo se encarga de objetos, sino también de esta nueva coreografía. Por ejemplo, al reservar una mesa —porque habrá que reservar— podríamos mandar un pequeño dibujo de cómo es ahora el restaurante, para que los clientes entiendan la nueva realidad y sepan cómo comportarse, así sabrán a qué atenerse. Ya no habrá carta, así que igual también se la podríamos enviar. Hay que pensar en todas estas cosas para poder mantener las sonrisas y seguir disfrutando de ratos felices, eso es lo más importante.
ROOM Diseño.- Con tanto que repensar, parece que los diseñadores van a tener un rol todavía más prominente. ¿Qué deberían replantearse ustedes?
Patrick Jouin.- Es nuestra hora, sin duda. La COVID-19 afecta a nuestra vida diaria, por lo tanto, toda nuestra cotidianidad se ve perjudicada; más allá de las grandes cosas, hay muchísimos pequeños ajustes que hacer. Lo más complejo serán los sistemas de ventilación para espacios cerrados, eso es ingeniería. Nuestro papel es encontrar soluciones inmediatas, pero también a largo plazo. No es el momento de ponernos poéticos, pero si lo hacemos, tendremos que ser poetas eficaces. Tenemos que ser un poco insolentes ante la adversidad, sonreír y proponer. La poesía vendrá después.
ROOM Diseño.- ¿Cree que sería relevante que hubiera un Ministerio de Diseño o algún tipo de organismo a nivel institucional que trabaje de la mano con los gobiernos, para hacer al ciudadano más fácil esta transición?
Patrick Jouin.- Hace un par de días me reuní con Anne Hidalgo, alcaldesa de París, le presentamos un proyecto para incorporar dispensadores de gel hidroalcohólico en las paradas de autobús. Y le recomendé que incluyera a un diseñador en su equipo, no para diseñar, sino para ver las oportunidades de mejora y los problemas que es necesario solucionar. Muchas veces, cuando nos llegan encargos desde el sector público, el asunto está mal planteado y, para tener el marco de trabajo correcto, dedicamos mucho tiempo a encontrar las preguntas relevantes. Por eso es necesario tener un profesional, para que te ayude a definir bien el tema. Esto sucede en muchos campos. Hasta ahora el diseño ha estado vinculado a la industria y a la cultura, pero no es suficiente. Debería haber un diseñador en cada ministerio. Pienso en el de Sanidad: los hospitales serían muy diferentes.
«Miras una flor y ves la labor de ingeniería: el peso de los pétalos, el tallo hueco y flexible. La naturaleza utiliza siempre el material mínimo necesario. Tenemos que tener esto en mente de cara a la sostenibilidad, y ahora mismo eso es lo que estoy investigando».
Patrick Jouin
La función, siempre
Patrick Jouin mantiene una relación curiosa con los objetos: no le interesan demasiado más allá de su función y una buena ejecución. Por eso encuentra una gran dificultad en dibujar joyas y relojes, ya que la interacción con ellos se limita a lo visual. Como filtro para seleccionar sus muchas propuestas, sigue su instinto: solo necesita que el proyecto le ilusione, la motivación surgirá del hecho de que alguien quiera trabajar con él.
ROOM Diseño.- Ahora mismo está concentrado en un hospital pos-COVID, compitiendo con Renzo Piano y Rem Koolhas. Y aunque sé que no nos puede contar nada, sí me gustaría saber si se enfrenta de forma distinta a un objeto que a un espacio.
Patrick Jouin.- Trabajo con mi socio Sanjit Manku en los espacios. Para nosotros, es importante verlo: la primera sensación visceral es la base, ese sentimiento animal. A partir de ahí investigamos en función de lo que ya hay. Es como buscar agua en el desierto: sabes que está en alguna parte, pero no dónde. En cuanto encontramos esa oportunidad empezamos con el proceso. En el caso de un objeto, es un poco diferente: normalmente hay una serie de restricciones o limitaciones. Limitación puede entenderse como una palabra negativa, pero para mí es lo contrario: cada una es un estímulo. Es como hacer pan, tengo una receta y dependiendo de las cantidades y la clase de ingredientes que use, será mejor o peor. La emoción vendrá después. A veces es la tecnología o el material.
ROOM Diseño.- Y hablando de materiales, cuando se pone a trabajar, ¿en qué momento aparecen?
Patrick Jouin.- Siempre tengo el material en la cabeza desde el principio; si no parto de él, lo que estoy haciendo no va a tener sentido. Necesito pensar en el espesor, la rigidez, la técnica de fabricación… Hay que entenderlo desde el átomo, ya sea acero, madera, cuero o plástico, y cuando has comprendido cómo se comporta, lo incorporas a tu trabajo, como la línea al dibujo. Cada elemento tiene sus restricciones. Por ejemplo, meter una pieza de metal para reforzar una estructura de madera es demasiado fácil, es trampa, acaba con la diversión. Hay que ser como Houdini, primero te encadenas y luego buscas cómo salir de esa.
ROOM Diseño.- Parece que se siente cómodo con una gran cantidad de materiales y técnicas. Por poner varios ejemplos, la serie Ila para Pedrali o su silla Tamu que utiliza lo mínimo imprescindible para mantener su estructura, es plegable y extremadamente ligera.
Patrick Jouin.- Siempre estoy aprendiendo sobre nuevos materiales con artesanos, ingenieros, científicos… Pero, como soñador, me gusta pensar que puedo ser tan eficiente como la naturaleza. Miras una flor y ves la labor de ingeniería, el peso de los pétalos, el tallo hueco y flexible. La naturaleza utiliza siempre el material mínimo necesario. Tenemos que tener esto en mente de cara a la sostenibilidad, ahora mismo eso es lo que estoy investigando.
ROOM Diseño.- ¿Qué cambios le gustaría ver en la industria?
Patrick Jouin.- Pues pensando en ese Ministerio de Diseño, dedicarnos a resolver los problemas de manera que tengan sentido. No solo con un planteamiento estético o tecnológico, sino también desde una perspectiva humanista. Es un gran momento para que la gente vea que el verdadero fin del diseño es estar al servicio de la sociedad.
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