Para facilitar el tránsito de turistas por el Parque Nacional de Trollstigen, el estudio de arquitectura Reiulf Ramstad Architects ha ideado un circuito de pasarelas por las cimas de los fiordos.
Al evocar los fiordos noruegos, nos llegan a la mente imágenes sobrecogedoras de la naturaleza polar. Los que visitan aquellos parajes lo hacen normalmente en cruceros que van de fiordo en fiordo por la costa atlántica. Sin embargo, rara vez se contempla la visita a pie, pues esos pequeños valles suelen estar encastrados en desfiladeros de accesos imposibles.
Para facilitar el tránsito de turistas por el Parque Nacional de Trollstigen, el estudio de arquitectura Reiulf Ramstad Architects ha ideado un circuito de pasarelas por las cimas de los fiordos. Su proyecto idea un resort natural con un mobiliario original para integrarse en los colores y las formas del paisaje circundante.
En realidad se trata de recrear un entorno completo para el visitante, que va desde los senderos para acceder a los miradores hasta un restaurante entre cascadas. Las pasarelas se inspiran en el elemento común de la orografía noruega: las mesetas. En efecto, el país carece de sistema montañoso como tal y tiene, en cambio, hileras de mesetas de entre 600 y 900 metros de altitud.
Con estas premisas, el proyecto arquitectónico se confirma como una intervención respetuosa y se concibe como un hilo que guía a los visitantes desde un puesto de observación a otro.