En la pasada edición de la feria imm Colonia, celebrada a finales de enero, el estudio de diseño valenciano MUT Design fue el encargado de llevar a cabo Da Haus, la instalación de interiorismo a gran escala más vistosa en la feria alemana. Desde 2012, la organización selecciona a un diseñador o equipo de diseño para que elabore un concepto de vivienda basado en sus ideas más personales.
Lo definen como “un proyecto mitad visionario, simulación de vivienda, mitad retrato del diseñador”. La propuesta presentada por el estudio español no decepcionó ni en lo personal, ni en lo visionario. Con el nombre de A la Fresca!, MUT quiso celebrar la calidez y el estilo de vida mediterráneo, haciendo referencia directa a la costumbre de sacar la silla a la calle al final del día, cuando cae el sol y el calor empieza a aflojar.
El espacio consistió en cuatro estancias circulares abiertas el exterior dentro de un cuadrado que enmarcaba la distribución en un homenaje a la vida en la calle, a la luz y a la naturaleza. Las paredes blancas y curvas, el suelo de baldosas de barro oblicuas en referencia a la teja tradicional o los muebles de obra como la cocina, nos transportan a esa arquitectura vernácula en la que escasea la formalidad de los ángulos rectos. La sofisticación humilde de las líneas que brotaban de la pared para formar estantes, encimeras, escalones y una preciosa salida de humos, permitía la ausencia de todo ornamento.
El exterior estaba rodeado por agua, mientras que el interior se dividía en cinco áreas: zona de descanso, cocina, zona de aseo, zona activa y patios. Todas decoradas con colores inspirados en el paisaje de La Albufera. Las piezas que componen el mobiliarios son en su mayoría de Mut, fabricadas todas ellas por firmas españolas. En la cocina las sillas Grill recuerdan la parrilla de una barbacoa y los botijos la Siesta, ambos de Diabla, acentúan las referencias nacionales, huyendo en todo caso de tópicos y lugares comunes. Su alfombra Zig-Zag para Gan se convierte en hamaca en la zona de descanso y juega con la luz proyectando sombras parecidas a las de una celosía. Expormim produce en ratán tratado para exterior (su especialidad) la butaca Armadillo con un aire familiar a la popular butaca colgante Náutic’.
Sancal da forma al último trabajo del dúo, las sillas Roll, reducidas a la máxima esencia, que iban a presentarse en el Salone di Mobile de Milán de este año. Pulpo participa con las etéreas mesas de cristal Aspa, de colores que nos hacen pensar en las cristalinas que recogíamos en la playa de en nuestra infancia. Todo sin olvidar el material porcelánico de la firma también levantina Harmony.
Cada elemento de esta instalación refuerza la idea de lo local, creando un pequeño universo de diseño y producción mediterránea. La estética se renueva recurriendo a piezas propias y la esencia se mantiene gracias a los materiales tradicionales. El resultado es una barraca valenciana que ha digerido todos los grande movimientos arquitectónicos del siglo XX y se ha reinventado a sí misma como una neobarraca, siendo tan fiel a su origen como al tiempo que le ha tocado vivir.