Tokujin Yoshioka es una de las figuras de mayor relevancia y que más ha innovado en los últimos diez años en el mundo del diseño. Desde su universo poético, reinterpreta lenguajes básicos como la forma, la materia, la función, la luz o el espacio. Con ellos, Yoshioka convierte al usuario en actor protagonista de su obra, dirigiéndolo a través de un ejercicio sensorial capaz de evocar emociones que van más allá de la experiencia del objeto. Su concepto del diseño se basa en premisas aparentemente sencillas pero de gran complejidad intelectual, como el respeto por la armonía de todos los componentes que subyacen en el proceso creativo o la experimentación como vía para encontrar nuevas soluciones.
La trayectoria de Tokujin Yoshioka es una línea continua que dibuja su camino a través de los límites de la estética y la tecnología. Esa línea nos ha llevado hasta la presentación de su última silla para Moroso, Moon Chair, en la pasada edición del Salone di Milano 2011. Un objeto blanco, inmaculado, de gran belleza y plasticidad que atrapa la luz para descubrirnos su forma, creada, como nos dice el propio autor, “teniendo presente la ergonomía de la libertad de movimientos”. Para ello, Yoshioka estudió detenidamente el comportamiento de los usuarios al sentarse y el uso que hacían de estos objetos.
Moon Chair se ha realizado en polietileno lacado mediante el proceso técnico del rotomoldeo. Este material posee una gran capacidad para reflejar y distribuir la luz, elemento que Yoshioka utiliza como fuente de inspiración según sus propias palabras: “La luz de la Luna es efímera, de repente aparece y desaparece. Es la más sutil expresión del universo”. Esta silla es, pues, una consecuencia lógica de su evolución creativa que aúna tradición y vanguardia, y en la que se respiran valores del diseño japonés que traspasan lo local para convertirse en universales.
Riccardo Marzullo es diseñador industrial y director del Istituto Europeo di Design en Madrid. www.iedmadrid.com