Existe un lugar al que van a parar todas las maquetas que los arquitectos hacen de sus trabajos. Un sitio oscuro, lúgubre y casi siempre desordenado en el que, inevitablemente, caen en el olvido: el cementerio de las maquetas. O también conocido como ese almacén en el que acaba todo lo que ya no tiene una utilidad.
Dar la importancia que merecen a esas pequeñas obras de arte es hacer poesía de un destino inmerecido. Y eso es lo que ha puesto en marcha el equipo de interioristas chinos Wutopia Lab. Han diseñado para la firma tecnológica Fengyu Zhou el primer museo de maquetas arquitectónicas hechas en China. Ubicado en Shanghái, Models in model es un espacio que el mismo estudio define como una predicción urbana: cómo serán las ciudades de aquí a unos años. El autor de la propuesta, Yu Ting, decidió hacer del proyecto un “megamodelo de la metrópoli futura donde todas las piezas incluidas se convierten en parte de la urbe”.
La construcción del museo de maquetas arquitectónicas se plantea como un lugar aséptico en el que la incidencia de la luz es de suma relevancia. Lleno de recorridos, todo está dominado por un entramado metálico blanco que sirve de guía para acceder a las distintas estancias que componen este museo, donde conviven un minimalismo esencial y la tecnología digital más avanzada.
Pasear por el edificio es ir descubriendo voladizos sobre los que emergen pequeñas poblaciones a escala reducida. Calles colgantes que podemos observar desde cualquier perspectiva como un voyeur de la arquitectura y el urbanismo. Como nos dice Yu Ting: “Puedes encontrar un pasado que nunca viviste o un futuro que ya sucedió. Un sentimiento de extrañeza o un sueño familiar. Puede parecer que te están esperando en algún lugar lejano y acabes teniendo una vida ajena que no es la tuya”. Models in model es una ciudad de ciudades. Un cementerio de lo que pudo ser y no fue; incluso de lo que fue, pero no recordamos. Básicamente, una metáfora de la vida.