La ciudad alemana acoge en su Kunstmuseum una recopilación de las obras de 65 artistas internacionales, desde Olafur Eliasson a Monica Bonvicini, Sylvie Fleury o Georg Herold, bajo el nombre de Macht! Light!. En ella, han tratado de agrupar los trabajos en los que el arte lumínico no deja de alumbrar la conciencia de los visitantes.
80 piezas de arte lumínico
Dentro del espectro electromagnético, el espejo visible es aquello que el ojo humano puede percibir; en otras palabras, lo que llamamos luz. Asimismo, en el horizonte político actual existen elementos que podemos apreciar y otros que no somos capaces de distinguir. En medio de estos, hay una grieta donde confluyen las longitudes de onda que captamos y lo que subyace dentro de la diplomacia. Y es por esa rendija por la que es posible mirar el mundo que nos rodea con el asombro en constante combustión y la verdad enchufada a la corriente, sea esta continua o alterna: el arte.
Así lo piensan desde Kunstmuseum Wolfsburgo, donde hasta el 10 de julio se puede visitar una de las exposiciones más ambiciosas de cuantas han acogido desde su inauguración en 1994: Macht! Licht!. Alrededor de 80 obras de 65 artistas de fama internacional cuya mayor herramienta es la electricidad, la energía. Sobre todo, esta última entendida también como alimento del poder, pues lo que se busca es una total declaración de intenciones: la luz como testigo oficial de todas las políticas de la Tierra.
Arte lumínico en Kunstmuseum Wolfsburgo
Macht! Licht! está confeccionada con piezas seleccionadas de la propia colección del museo. Ello no es óbice para que resulte fascinante el compendio que se ha conseguido formar, dado que están presentadas en una enorme sala oscura de, aproximadamente, 1500 m2.
Es en dicha estancia donde los autores y autoras hacen sus alegatos, abordando de manera conceptual y metafórica varias áreas sociales,normalmente por medio de dualidades bien conocidas: utopía y distopía —como en Sunset 164, de Lori Hersberger—, publicidad y manipulación —con el simbólico neón NOT FOR YOU, de Monica Bonvicini— y el bien y el mal como en Kultur = Kapital, del chileno Alfredo Jaar.
Además, otros abordajes son atrevidos: la imposibilidad de una ecología certera en el marco macroeconómico, la violencia sistemática del poder mediante un eje donde se confunden control, vigilancia y seguridad o la frontera concebida como un fulgor al final del túnel o como una valla electrificada. “Toda nuestra civilización contemporánea es inconcebible sin la luz eléctrica; y, sin embargo, a pesar de los avances técnicos y los innegables beneficios, esta también está asociada con la contaminación lumínica, la extinción de especies y el desperdicio de energía”, se puede leer en el texto de la exhibición.
De Olafur Eliasson a Joseph Beuys
Contra ello trabajan la apabullante cantidad de nombres clave del panorama actual del arte lumínico: desde Olafur Eliasson o Joseph Beuys a Claire Fontaine, Sylvie Fleury, Christian Boltanski, Cerith wyn Evans, Brigitte Kowanz o Bettina Pousttchi. No hay que olvidar que precisamente en Alemania, hace casi 100 años, el arquitecto nazi Albert Speer fue quien mayor uso dio a los focos eléctricos modernos planteando la construcción de “catedrales de luz”.
Varias obras destacadas
Entre las intervenciones que pueden encontrarse en la muestra, destaca Pizzagate Neon, de Warren Neidich, que critica las fake news con las que se intentó desestabilizar la campaña de Hillary Clinton en 2016 —aduciendo una supuesta participación de la candidata en una red de pornografía infantil—; House within His Darkness, de Georg Herold, donde analiza esa nueva necesidad de aparentar más que de ser; No es Che, es Angela Merkel, en la que el colectivo cubano Los Carpinteros retratan a la excanciller alemana con la famosa silueta del revolucionario argentino; o la acción que llevó a cabo Nana Petzet en el puerto de Hamburgo con Lichtfalle Hamburg.
También hasta julio se celebra la 12º Bienal de Diseño de Saint-Étienne, una exposición política y reflexiva.
Hasta el 10 de julio.
En la ciudad alemana de Wolfsburgo, situada al norte del país, en el estado federal de Baja Sajonia. Se encuentra a unos 150 kilómetros al sur de Hamburgo y a unos 180 kilómetros al oeste de Berlín.