Infinity Mind crea, en esta librería en Shanghái, un nuevo puente hacia el mundo tangible y offline que emerge como un agujero negro en el Distrito de Hongkou, en Shanghái.
Puente hacia lo tangible de Infinity Mind
Del árbol a la palabra y del bullicio al silencio. Infinity Mind crea, en esta librería en Shanghái, un nuevo puente hacia el mundo tangible y offline que emerge como un agujero negro en el Distrito de Hongkou, en Shanghái. En una conversación entre pasado y futuro, entre naturaleza y tecnología, se produce una continua convergencia de estilos que da la vuelta al concepto de librería.
Lejos de las estanterías de Notting Hill o las memorables escaleras de la Bertrand de Lisboa, lo que caracteriza a The Arts Bridge es la singularidad de su espacio y la búsqueda de la experiencia.
Ofreciendo un punto de unión entre creadores y lectores, el arte y la literatura cruzan sus caminos en un enclave donde los rincones dan lugar a encuentros y las envolventes estructuras cobran más protagonismo que los libros. Las texturas son los personajes principales de este establecimiento, en el que los materiales van más allá de su función y buscan narrar una historia, plantear un conflicto, resolver un nudo.
Librería en Shanghái que fusiona lo tradicional y la impresión 3D
La idea de puente no es solo capricho de unir ambos campos, sino que se proyecta también en el coqueteo que realiza la instalación de madera para sacar al viandante del mundanal exterior y transportarlo a la realidad celestial del papel que habita en los estantes. Una conexión que fusiona lo tradicional del tejido vegetal con lo contemporáneo de la impresión 3D.
Hablamos de una pasarela que ata los sombríos ladrillos y el frío hormigón reciclado de los muebles de Xu Gang, con la calidez dorada de las familiares redes de fibras de bambú o la pureza del blanco que origina la creación. Un enlace entre lo conocido y lo desconocido.
Se trata de un marco incomparable que quiere revolucionar lo preconcebido y acercarse a un planteamiento más versátil. En él, se enfrentan perspectivas opuestas que aportan nuevas vivencias y que, bajo la denominación de posmodernismo, reflejan la dicotomía constante entre lo de ayer y lo de hoy con un diálogo continuo entre espacio y tiempo.
Y allí, en medio del silencioso alboroto que generan las letras e ideas que están a punto de brotar del papel, un ginkgo situado en el epicentro nos recuerda que la naturaleza es la madre de todas las hojas que allí lo rodean. Pasen y lean.
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