Sobrescribir con geometrías la naturaleza es un mantra que acompaña a algunos creadores que, ya en los años 70, tomaron como soporte el propio territorio y desbordaron la concepción tradicional del tiempo y la escala de la obra en el ámbito del arte. Las formas cilíndricas de Nancy Holt, los surcos rectos del caminar de Richard Long o la espiral más famosa del Land Art -aquella que trazaría Robert Smithson sobre el Gran Lago Salado del desierto de Utah- incorporaron al paisaje formas de artificio y diálogos de opuestos desde la razón matemática. Frente a ellos, autores como Andy Goldsworthy, Nils Udo o Agustín Ibarrola lo hicieron a través del color. La luz artificial, sin embargo, es el medio elegido por el asturiano Javier Riera para este mismo fin.
A pesar de su concepción efímera, aún pueden visitarse hoy el Broken Circle y la Spiral Hill de Smithson en Emmen (Países Bajos), o el Bosque de Oma de Ibarrola en Vizcaya. No obstante, los trabajos de Javier Riera aparecen y desaparecen como una revelación controlada. Sus actuaciones lumínicas funcionan como una performance y sus formas geométricas quedan relegadas a un efecto intangible, lo que responde a un intento de ruptura de los sistemas perdurables. Es entonces cuando la fotografía adquiere un papel fundamental. De hecho, su valor documental se vio impulsado con la irrupción del happening o el site-specific, y la posicionó como mediador fundamental entre artista y espectador, entre el momento de la acción y el presente expositivo.
De todo ello es consciente Riera: de que la obra se multiplica, se independiza y se vuelve inmortal, contradiciendo en ocasiones los propios principios de su creación. De ahí su criterio selectivo a la hora de presentar las fotografías de sus intervenciones, que considera o bien mero material gráfico cuando se muestran en espacios públicos, o proyecto en el caso de las acciones lumínicas -las que se dan en el paisaje, a solas y sin espectadores- como las que han formado parte de Luz natural. Un vacío siempre distinto, su última muestra individual acogida en el CAB de Burgos.