Situado en Vijayanagar(India), Hampi Art Labs ocupa una extensión de algo más de 2 hectáreas y ha sido concebido como un espacio “hecho para hacer”. Un conjunto diseñado por Sameep Padora y destinado a fomentar un encuentro interdisciplinar de visiones creativas entre artistas.
El centro de arte que respeta la topografía colindante
“¿Sobrevivirán a las próximas décadas las ciudades del Tercer mundo? La respuesta probablemente dependa de si tenemos o no la perspicacia suficiente como para buscar las piedras y los árboles mientras se funden gradualmente con el nuevo paisaje”, escribía el arquitecto indio Charles Correa en Coda. Una reflexión con ese tipo de latencia poética que dota a las palabras del carácter de presagio, y que parecen hallar una cristalización al observar el Hampi Art Labs: un edificio diseñado por sP+a, el estudio dirigido por Sameep Padora.
Estos laboratorios artísticos, situados en Vijayanagar, se nutren de las particulares sinergias de esta ubicación. Por un lado, la fuerza espiritual de las impresionantes ruinas de Hampi, la antigua capital del imperio Vijayanagara; por otro, el paisaje natural definido por el movimiento de las colinas y la presencia del río Tungabhadra. Estos elementos topográficos son los que han sugerido la construcción de este centro en torno a una “zona de flujo”, colocando las diferentes estructuras multifuncionales a su alrededor. Una disposición que posibilita el disfrute de unas hermosas vistas con la misión de estimular el pensamiento creativo entre los usuarios.
El propósito principal de este enclave es vincular la cultura tradicional y el patrimonio artesanal de la región con la escena artística india contemporánea; y la arquitectura de Padora se convierte aquí en el medio que hace posible ese encuentro anacrónico. Una intervención que, verdaderamente, logra integrarse en igualdad con el paraje, evocando las sugerentes palabras de Correa sobre esa viabilidad de una renovada y más sensible perspicacia ante el entorno.
Hampi Art Labs. Un manifiesto en la visión de Sameep Padora
La sinuosidad y el cromatismo de Hampi Art Lab —inspirada por la abstracción de las formas orgánicas— intenta establecer genuinamente una simbiosis con el suelo. Senderos de gravilla y mosaicos de piedra reciclada entablan una conexión entre el volumen y la naturaleza. Los muros exteriores escalonados permiten el crecimiento de vegetación autóctona, transformando deliberadamente al edificio en una superficie habitable de fertilidad y florecimiento. Una panorámica continuada que se ve enriquecida por las instalaciones que el campus acoge, aunque también se advierten como un eco del antiguo tanque de agua sagrada de Hampi.
A los ojos, muchos de los proyectos de sP+a se manifiestan como incontestablemente bellos por su tratamiento de contornos y materiales, en expresiones que cautivan por su osadía en algunos casos —como Indigo Deli—, o por la intensísima potencia que alberga su serenidad —como Lattice House o el Templo Balaji—. Pero alejar a la arquitectura de cualquier vanidad y frivolidad podría ser la lección de fondo tras el trabajo de Padora y su equipo en Bombay, quienes mantienen una posición firmemente crítica y propositiva acerca de cómo gestionar y vitalizar la artesanía y la tradición en la arquitectónica de su país.
Y así lo confirma él mismo: “Quiero que mi trabajo ayude a un sector de población muy amplio, no solo a aquellos con elevado poder adquisitivo. Y también quiero ofrecer algo más que una experiencia estética. Quiero ser capaz de crear valores que puedan percibirse. Creo que estamos ante la oportunidad y la necesidad de hacer algo más que crear objetos y espacios bellos.”
En este enlace puedes leer más artículos sobre otros centros de arte.
