La fotografía como narrativa. Como fotograma de una película inquietante, sórdida y misteriosa. Como representación de historias extrañas y oníricas, carnales y cotidianas. Como representación de cuerpos semidesnudos o completamente despojados de ropa y de “vida” en un hábitat íntimo y gélido. Así son las imágenes de Gregory Crewdson. Escenas en las que se mezcla tensión y soledad con trazos repentinamente surrealistas. Acontecimientos fuera de la normalidad, incluso fantasmagóricos. Esos bemoles chirriantes que perturban un momento por lo demás anodino, de habitáculos vulgares y familiares, en calles vacías o parajes solitarios. En cierto modo, podríamos hablar del instante decisivo de Cartier-Bresson, pero interpretado por la mirada oscura de este artista estadounidense.
Fundamental en el discurso de Crewdson son los atardeceres o noches cerradas: la llamada hora azul. Con una iluminación violenta, las sombras son atravesadas por luces focalizadas, algunas de colores intensos, que teatralizan las acciones y los espacios. Todo ello en interiores claustrofóbicos y vacíos de emociones. O en exteriores fríos, inquietantes y siempre con una sensación de silencio opresor. Un silencio que supone el primer contacto con la circunstancia anómala. Porque cuando observamos la obra de este autor, el silencio se hace visible. Un silencio denso que evidencia el punto previo al desorden. El momento a partir del cual todo se precipita.
Analizando el resultado de sus trabajos, vemos que Crewdson se mueve más como un director de cine que como un fotógrafo propiamente dicho. Él genera la idea, desarrolla la escena y dirige al equipo de electricistas, actores y maquilladores que materializarán su propuesta, incluyendo al fotógrafo y la cámara de gran formato que usa. Algo que queda explicado en el documental Gregory Crewdson: Brief Encounters. Allí relata el proceso de trabajo durante varios días para la realización de una única toma. Hablamos de una estética única y angustiosa que conecta directamente con grandes maestros de la pintura o del cine como Hopper, Hitchcock o el propio David Lynch.
