En el año 2000, OMA fue una de las firmas arquitectónicas escogidas por Prada para diseñar sus flagship stores. Para el equipo dirigido por Rem Koolhaas, el encargo fue una oportunidad de reflexionar sobre las dinámicas de consumo contemporáneo y de proponer una reconfiguración conceptual de sus espacios. De este estudio surgió una visión que proponía trascender edificios y locales más allá de la mera función de ser lugares de compras.
En el glosario incluido en Projects for Prada Part 1, el libro documentando ese estudio, destacan los conceptos «artístico vs. comercial» y «no-comercial»: el primero sobre la posibilidad de combinar creación artística y acto comercial; y el segundo sobre plantear zonas donde albergar actividades no solo relacionadas con el shopping. Ambos son clave en la concepción de Galleria, el centro comercial que OMA acaba de finalizar en la ciudad surcoreana de Gwanggyo y que describe como un recinto donde «confluyen compra y cultura, ciudad y naturaleza: una escapada a todo lo predecible que supone ir de tiendas».
Situado entre el escenario natural de un parque y el tejido urbano de la ciudad, el edificio es impresionante no sólo por su escala -que lo hace sobresalir en el entorno arquitectónico inmediato-, sino por su materialidad: un enorme bloque pétreo esculpido y erigido como una presencia absolutamente contundente, enfatizada aún más por el singular tratamiento de la fachada. La piel de mosaico texturado es una evocación al paisaje de ese parque próximo; y, sugiriendo la impresión de haber sido excavada en la roca y envolviéndola serpentinamente, sobresale un acristalado pasaje multifacetado, que ofrece espacios para exposiciones y performances.
El contraste entre ambos componentes genera un efecto visual fascinante -inédito en la tipología tradicional de una galería comercial- y enriquecedor en su experiencia: «Galleria es un lugar donde los visitantes interactúan con arquitectura y cultura mientras van de tiendas. Les brinda una experiencia de compra única, fusionada con agradables sorpresas en cada visita», explica Chris van Duijn, el miembro de OMA al frente de este proyecto.