Multitude: Carving Memories in the Digital Age es el título de la última exposición del artista portugués Vhils en el MIMA de Bruselas. Una serie de trabajos en los que presenta técnicas de sus diferentes etapas, para que podamos deambular por la manera en que su trabajo se relaciona con el entorno urbano y los rostros que se quedan grabados en nuestra memoria como los del artista sobre el muro.
El MIMA se despide con rostros
Muros, ciudades, multitudes. Pocos elementos han sido más importantes a la hora de construir el escenario en el que se ha desarrollado gran parte de la historia del siglo pasado. Y digo pasado porque aquellas historias, que antes sucedían en la calle, tienen lugar cada vez más en el interior de nuestras casas, en nuestras pantallas encendidas. Una vida 5.0 que, en ocasiones, cambia comunidad por aislamiento, muchedumbre por individualismo. Los otros por el yo.
En sus más de 25 años de experiencia individual, y como parte del colectivo Underdogs, el artista luso Vhils (Alexandre Farto) ha conseguido convertir su manera de trabajar la técnica en seña de identidad, elaborando esos retratos excavados en las fachadas de edificios y en las salas blancas de los museos de medio mundo. Trazos de un estilo que le ha servido para expandir el imaginario de eso que llamamos arte urbano, aunque hace tiempo que dejó las calles para circular y pasear por las redes y los circuitos del arte actual. Antes de que el bruselense museo MIMA comience las obras de adecuación de su plan museístico y arquitectónico y, sobre todo, antes de que los muros caigan, Vhils ha sido invitado a intervenir en ellos.
Así nos muestra diferentes acercamientos a cómo nos relacionamos con la ciudad, cómo la vivimos y experimentamos o de qué manera podemos hacer de la obra un memorial en la era de TikTok y el scroll infinito. Como el flâneur baudeleriano del que nos hablaba Walter Benjamin en el París de los bulevares de Haussmann, este paseante entre la multitud de nuestro tiempo ve caras, paisajes y tramas en continua metamorfosis. E intenta fijarlos en un momento de cambio “esculpiendo recuerdos en la era digital”, tal y como aparece en el subtítulo de la exhibición Multitude: Carving Memories in the Digital Age. Un intento de congelar el tiempo en la frenética metrópolis poscapitalista.
Vhils y su manera de entender lo urbano
Repartidos por la primera, segunda y también planta baja del MIMA, los visitantes pueden contemplar grabados murales, carteles publicitarios, vídeos e instalaciones realizados en diferentes épocas. Todo eso desemboca en una zona donde el caos y la cacofonía de mensajes invita a pensar en el agotamiento que produce la sobrecarga de información en la etapa de la posverdad. Aunque el periodo digital nos instigaba a reflexionar en la inagotable capacidad de trazar redes y conexiones, resulta que al final nos ha convertido en un conjunto de individuos que ya ha perdido el control sobre lo que recuerdan y lo que olvidan.
En una de las piezas, vemos cómo la acumulación de elementos está representada por la cartelería que se amontona en las paredes. Una labor de disección y recomposición que Vhils lleva realizando desde 2005, y que parece hallar su reverso digital en la serie Layers Collection. Esto facilita la interacción de cualquier usuario con estos billboards tecnológicos en una sucesión generativa de infinitos mensajes. Y, con ellos, Vhils nos enfrenta al verdadero rostro de nuestro tiempo: el azaroso algoritmo de lo que algunos llaman participación.
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