La Fundación Loewe anuncia la selección de los 29 finalistas de la cuarta edición de su Craft Prize, una apuesta firme —una firmeza de 50.000 euros para el ganador— por crear un escaparate global bien visible de lo que podríamos llamar artesanía de autor.
En el comité de selección y en el jurado asoman aquí y allá Benedetta Tagliabue, Naoto Fukasawa, Patricia Urquiola, Deyan Sudjic o Antonia Boström, directora de colecciones del Victoria & Albert. Las piezas se verán entre el 26 de junio y el 22 de julio en el jardín de piedra diseñado por Isamu Noguchi en el interior del Sogetsu Kaikan de Kenzo Tange en Tokio. Esas son las coordenadas de la ambición de Jonathan Anderson, el director creativo de Loewe que promueve el premio buscando definir algo así como un dominio identitario y teórico propio para la industria del lujo; un lugar en la intersección del objeto de uso y el objeto de arte muy bien delimitado por una macrotendencia: la revisión actual de la artesanía bajo códigos modernos, omnipresente en la última década. No es casual la abrumadora presencia japonesa.
La cerámica es la práctica más extendida entre las piezas seleccionadas, una cerámica culta y expandida que linda con la escultura y explora la fusión de materiales y técnicas tradicionales y de última generación, como la de Tomonari Hashimoto —que utiliza metales para extraer calidades pictóricas en una insólita geometría de arcilla— o Gental Ishikuza —que combina bolas de estireno, textiles y las clásicas lacas urushi—. Hay espacio para el vidrio, delicadamente combinado con hormigón por el británico Harry Morgan, o llevado casi al colapso en el horno por Saichi Fujikake. Y también para la joyería y los elementos nobles, e incluso para lugares más allá de las tipologías en la fascinante obra de la española Henar Iglesias, que trabaja con plumas y ceras a partir de la tradición mexicana de la artesanía amanteca. Se trata de indagar nuevos horizontes artísticos por medio de técnicas ancestrales, de recuperar la dignidad moderna del objeto singular a través de la baja resolución artesana en la era de la alta resolución tecnológica.