“A menudo pienso simultáneamente en paisajes interiores y exteriores. Puedo estar sentado en un banco de Nueva York y con la cabeza en un entorno natural”, dice Reiulf Ramstad. Es significativa la atención del arquitecto noruego a esa forma de doble ubicación física y mental por la que, estando presentes en un lugar, acuden a nuestro recuerdo la imagen y la sensación de otros sitios.
Hotel 48° Nord. Diálogos entre arquitectura y naturaleza.
Es una cuestión que invita a ahondar en la comprensión conceptual del paisaje, elemento que constituye la base fundamental de su trabajo. Este proyecto —un complejo hotelero en un rincón de Alsacia— nos lleva a reflexionar sobre cómo esa integración física y mental puede provocar diálogos inéditos entre arquitectura y naturaleza.
El rasgo particular del Hotel 48° Nord es implantar, en el macizo de los Vosgos, una serie de edificaciones cuyo origen es inequívocamente la arquitectura escandinava. La decisión no supone introducir disonancia alguna: la madera local sabe traducirse a ese lenguaje extranjero, igual que la ascética y precisa geometría de cada uno de los 14 volúmenes que constituyen el conjunto sabe asentarse armónicamente en el entorno, sin estridencias.
Diferentes tipos de construcciones componen esta arquitectura escandinava: una colección de pequeñas cabañas de forma trapezoidal agrupadas en torno al pabellón principal, el cual acoge un restaurante y espacios expositivos; un grupo de esbeltas torres que muestran excelentes vistas desde su interior y, finalmente, unas cabañas que ofrecen a los huéspedes áreas protegidas al aire libre.
Arquitectura escandinava ,minimalismo, madera y funcionalidad
Dentro, la madera predomina. Recubre paredes y suelos y crea orgánicamente las piezas de mobiliario, logrando una atmósfera de impecable limpieza y calidez, subrayada por la diáfana luminosidad que permiten los grandes ventanales. En otros ámbitos, como los destinados a las terapias de wellness y el restaurante, el negro consigue un mismo efecto de pulcritud. El minimalismo rige el diseño de cada elemento: ninguno superfluo, y todos funcionalmente bellos o bellamente funcionales.
La buena adaptación de un estilo no tradicional se convierte en el factor singularizador; es lo que otorga a esta propuesta de arquitectura escandinava de Reiulf Ramstad Arkitekter un carácter innovador y sugerente. Dos características que Ramstad considera directamente vinculadas a la creación de una arquitectura sostenible: “Además de construir edificios duraderos y hacer estructuras que no sean innecesariamente grandes, hay que conservar la curiosidad y la voluntad por hacer algo nuevo. Empezar desde el principio en lugar de reutilizar planos anodinos que pueden aniquilar tanto el disfrute como la calidad”.
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