Elegir la arquitectura vernácula como punto de partida para un diseño significa conocer al detalle el uso de sus materiales. La relación que estas construcciones mantienen con el entorno se ha entendido siempre a través del empleo más eficaz de los recursos naturales. Un proceso que transforma las rocas en piedra, los árboles en madera y el territorio en paisaje.
El estudio A38 Arkitekter arroja una mirada vanguardista sobre este asunto en la montaña de la localidad noruega de Oppdal. Diamanten Cabin parte de la imagen y el lenguaje de la tradición como fundamento integrador, el proyecto utiliza la escala y las trazas de las edificaciones de la zona, pero la concepción del espacio es completamente diferente. La perspectiva utilitaria asociada a actividades relacionadas con la producción en el campo desaparece, y en su lugar se propone una cabaña vanguardista dedicada exclusivamente al ocio. Los nuevos elementos hacen posibles volumetrías más esculturales, que acompañan en esa nueva percepción económica del mundo rural.
El diseño es apto para sorprendernos. La madera de las fachadas nos quiere tranquilizar, intenta transmitirnos que se trata de una pieza más de ese conjunto de casas para montañeros, pero la cubierta torcida y el cuerpo flotante nos advierten de que quizá no todo sea como esperamos. El resto sucede dentro. Un interior de techos altísimos con un ventanal que trepa desde el suelo hasta lo más alto del tejado se encarga de enseñárnoslo todo: el panorama, el cielo y las tripas del diamante.
Cuesta comprender la verdadera motivación de la propuesta de esta cabaña vanguardista. En 45 m2 no se resuelve más estancia ─ni siquiera un baño─ que un gran dormitorio. Como si parte de ese proceso consistiese en descomponer la propia vivienda en subunidades más coherentes con los usos actuales. Unidades completas, en cualquier caso.
Si entendemos el hábitat como la huella de la actividad humana sobre el territorio, podemos incluir fácilmente la arquitectura regional dentro de esta definición. Los ejercicios como el que plantea A38 trabajan directamente sobre esta huella y de alguna manera dejan la suya propia. Un acercamiento valiente que huye de la nostalgia ligada al mundo campestre. Una nueva visión. Un nuevo paisaje.
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