Sebastian Herkner nació en Alemania en 1981 y estudió diseño de producto en Offenbach, donde decidió establecer su estudio. Su trayectoria empezó con una beca en el estudio de Stella McCartney, donde aprendió la importancia del color. Desde entonces ha trabajado para marcas como Pulpo, Cassina, Ames, ClassiCon, Capellini, Thonet o Zanotta. La lista de premios y reconocimientos que ha recibido a sus 39 años es abrumadora, entre ellos se encuentran: Diseñador del año por Maison & Object, Invitado de Honor en Das Haus imm cologne 2016 o varios Wallpaper* Design Award en 2014, 2016 y 2018. Eso por nombrar alguno.
Charlamos con Sebastian Herkner desde su casa de Offenbach. Su pasión por el diseño borra cualquier línea entre lo profesional y personal y su entusiasmo es contagioso al hablar de materiales, procesos y técnicas de producción; mientras nos los cuenta sonríe y le brillan los ojos, la prueba irrefutable de la felicidad que le provoca su trabajo.
Sebastian Herkner considera que tiene una responsabilidad como diseñador y la sitúa en el punto en el que artesanía y producción en serie confluyen. Le interesa la sostenibilidad entendida como un tejido tanto ecológico como económico y social. Aprovecha su amor por las tradiciones locales para viajar por el mundo y conocer técnicas de producción y materiales artesanales, así como para trabajar con proveedores potenciales para sus creaciones.
Nos habla de cómo recorrió Colombia, mochila a la espalda, para empaparse de la comida, la cultura y el paisaje durante dos semanas, antes de su colaboración con Ames, y la importancia de mantener la esencia tradicional en estas incursiones a las culturas ajenas. También nos cuenta lo que se trajo de sus últimas vacaciones en India, poco antes del confinamiento ¿Cómo conseguir esa inspiración sin salir del estudio? Fácil, se rodea de colaboradores de distintas nacionalidades (becario español, entre ellos).
Mientras conversamos surgen anécdotas sobre algunas de las dificultades que Sebastian Herkner se ha encontrado en la producción artesanal y con materiales locales; pero en ningún caso parece que eso le desanime cuando explica lo que esto aporta a su diseño, a la economía y a la cultura; yendo de lo local a lo global y viceversa. Dice haber dejado atrás el perfeccionismo de sus primeros años de trabajo y que se ha reconciliado con las imperfecciones, tema que ocupó su tesis de carrera y también confiesa que se ha pasado la cuarentena viendo una serie española que le ha encantado, pero no haremos más spoilers.