Con frecuencia la ficción se define como lo contrario a la realidad. Sin embargo, para JKMM Architects, no es un estado, es una práctica: la del proyecto arquitectónico. Diseñar espacios comporta erigir ficciones, explorar, ensayar, escenificar, probar, experimentar, desplegar, ampliar y amplificar una acción en un lugar concreto. En el caso de la Dance House Helsinki —el hito largamente esperado en la historia de las artes escénicas finlandesas— todos estos verbos quedan recogidos al abrigo de su caja escénica.
3 espacios en 1: la Dance House de Helsinki
La principal premisa ha sido preservar The Cable Factory, una gran sucesión de naves industriales de 1940 con presencia indiscutible, para reconvertirlas en el centro cultural más grande de Finlandia. En él, se ensambla una propuesta que hace las veces de museo, galería o gran teatro. Sus 7000 m2 contienen una serie de áreas que se van agrupando centrípetamente alrededor de dos grandes auditorios: Erkko Hall y Pannu Hall; ambos con una capacidad para 1100 espectadores y la particularidad de un sistema de asientos modulares y móviles, que permiten acomodar el recinto a las exigencias y requerimientos de cada espectáculo.
Pero ¿por qué preservar para luego destruir el carácter unitario e industrial del volumen, macizándolo con un planteamiento que lo hace invisible? ¿Por qué no adosar un duplicado y evitar el esfuerzo de construir dentro de un edificio preexistente y poder así, no solo conservarlo y usarlo como gran sala de máquinas, sino ahorrarse un sobrecoste innecesario?
JKMM Architects y el gusto por el acero
El interés arquitectónico se centra aquí en cómo los procesos coreográficos abordan esa dialéctica entre la resistencia, la reconstrucción y el deseo de reactivación. Un diálogo que se inicia ya en sus fachadas: mientras uno de los frentes mantiene el acero oxidado en bruto, el opuesto se recubre de cientos de discos circulares de aluminio y acero inoxidable brillante. Del mismo modo, en sus interiores, superficies robustas de acero bruto y hormigón se encuentran con aparatos de iluminación teatral, instalaciones técnicas y colores llamativos y burlescos.
La propuesta es de por sí una demostración del valor de la flexibilidad que los autores otorgan a una estructura industrial y preexistente, equipándola para el funcionamiento de la performatividad y el ensayo de la coreografía y la ficción escénica. Se trata de un soporte en el que aparentemente nada cambia, para que todo cambie; una arquitectura estable pero mutante.
¿Te interesa la arquitectura de JKMM Architects? No te pierdas este reportaje que les hicimos en ROOM Diseño.
En Helsinki, Finlandia.
Tiene dos salas principales: Erkko Hall y Pannu Hall; ambos con una capacidad para 1100 espectadores y la particularidad de un sistema de asientos modulares y móviles.