Suiza es mucho más que montañas, lagos impresionantes y cuidadas ciudades históricas. Mirar el país helvético por el prisma del diseño, la arquitectura y el arte nos reserva más de una sorpresa. Desde ROOM hemos trazado un recorrido que pasa por Ginebra, Basilea, Zúarich y Lugano. Cuatro ítems imprescindibles para entender un estado que defiende el arte en todos sus ámbitos como una forma de inversión social.
Concebido por el diseñador de interiores Patrick Ribes, el hotel N’vY de Ginebra acoge obras de arte contemporáneo dispersas por sus zonas comunes. Pero la experiencia de hospedarse en una galería va más allá del hall y sus pasillos. Todas sus habitaciones cuentan con grafittis a modo de cabecero. Pero no cualquier graffiti. Su autor es el gurú estadounidense Jonathan “Meres One” Cohen, dinamizador del único museo dedicado al arte urbano y activista político de esta disciplina.
Dirigiéndonos al norte, en Basilea un museo llamará nuestra atención: el dedicado a Jean Tinguely, maestro de la interacción entre máquinas y humanos. Allí podremos descubrir una de sus obras más importantes: la Grosse Méta-Maxi-Maxi-Utopia de 1987. Con un nombre hiperbólico, la pieza sintetiza algunos de los rasgos del artista cinético: la teatralidad, la utilización de material de desecho como herramienta creativa y la reivindicación estética del kitsch.
A menos de una hora en coche llegaremos a la ciudad de Zúrich, famosa históricamente por el impacto del Cabaret Voltaire en las vanguardias del principio del siglo XX. Pero más allá de Tristan Tzara y su universo dadaísta, se hace imprescindible visitar el Museum für Gestaltung. Este edificio dedicado al diseño en todos sus campos, destaca especialmente por ofrecer una de las mayores colecciones de posters del mundo. Visita imprescindible para los amantes de la ilustración y el diseño gráfico.
Rumbo al sur, ya en Lugano encontramos una iniciativa que consigue sacar el diseño y el arte de las galerías. Hablamos de Artificio, una plataforma de promoción creada por el joven diseñador de joyas Graziano Gianocca junto con Carlotta Rossi. Desde que volvió de Australia con el premio Emerging Artists Grant, Gianocca construye puentes entre instituciones y creadores para facilitarles un escaparate. Y esto en sentido literal. Porque el atractivo de la propuesta es exponer obras de artistas nacionales e internacionales en los escaparates de tiendas y comercios, así como en galerías y espacios culturales emergente. Un inteligente ejercicio de marketing y creatividad propio de un país para el que la cultura es una forma de dinamismo vibrante y enérgico.