Foto: Sebastian Berger y Michael Schnabel
Sobre un garaje minimalista que se transparenta, se instala la casa Unimog, nombre del camión que Mercedes-Benz desarrolló a principios del siglo XX y que inspira esta obra diseñada por Fabian Evers junto con el estudio Wezel Architektur. Pero estos alemanes no han sido los primeros en tomar un vehículo personal como generador de arquitectura. Ya en la época moderna, Le Corbusier proyectaba desde el racionalismo pensando en su preciado automóvil. Sostenía que las casas no eran sólo espacios materiales, sino aparatos habitables que debían actuar como máquinas a la vez que irradiar belleza.
El Unimog fue la principal herramienta de trabajo del cliente y objeto determinante en la configuración de la vivienda. Este vehículo retro que viene de la expresión UNIversal MOtor Gerät, confirió al edificio la identidad de casa-taller e hizo dividirla constructivamente en dos bloques visualmente independientes, de corte recto y contemporáneo, pero de espíritu agrícola por la estética tipo granero que transmite como conjunto.
Oficio y descanso se separan en dos alturas. Es más, los autores apoyan estructuralmente lo segundo en lo primero, gesto que se traduce en el empleo de materiales e intenciones contrapuestas: ligereza en planta baja con el taller exhibicionista de policarbonato traslúcido, y contundencia en la vivienda, cuya chapa oscura pone de manifiesto el carácter introvertido del hogar. El interior de éste se viste con el calor de una chimenea, cuatro muebles y leña. Y respira hondo a través de la terraza cubierta que hace de entrada y de gran marco al paisaje.
De low cost pero resuelta con ingenio, esta pequeña nave industrial de 120 m² y de construcción seca, pertenece a esa arquitectura básica que con pocos recursos logra un resultado aséptico de calidad. Muy de nuestro tiempo, el proyecto gestiona bien el espacio y se construye siguiendo módulos generales, no detalles. El único es conceptual, el Unimog, origen y fin de este híbrido situado en la ciudad de Tübingen, el camión capaz de montar toda una casa de abajo a arriba sin calarse, y de hacerla funcionar como un mecanismo que mientras se habita deja ver todo aquello que te transporta.