En el claro de un bosque de cedros rojos en la montaña de Qiyun (China), se levanta una pequeña edificación llamada “casa árbol”. Esta arquitectura de madera quiere, tal vez, parecerse a estos cedros, por eso se eleva hasta su misma altura; y ha escogido crecer haciendo que su figurado tronco y sus figuradas ramas sean estancias donde acoger confortablemente a aquellos que desean descansar durante una temporada junto a la naturaleza.
Arquitectura de madera para imitar a los árboles
Esa voluntad de sugerir un crecimiento orgánico es seguramente el motivo por el que el joven equipo de arquitectos chinos de Bengo Studio ha estructurado esta pequeña construcción mediante un juego de bloques de madera apilados. Al acomodar verticalmente los cuatro volúmenes según un esquema rotatorio de 360º, los arquitectos han podido maximizar el aprovechamiento funcional del espacio, y a la vez proporcionar a los huéspedes unas excelentes vistas de los frondosos montes.
La casa árbol, que opera como hotel (como la Tree House de Hechtel-Eksel), tiene una superficie total de 120m2. Las diferentes dependencias (lounge, dormitorios, baños, sala de observación y terraza) se sitúan en cada una de las cuatro plantas dispuestas en torno a la escalera de caracol, eje de la construcción. Con diferentes formas y tamaños, cada habitáculo posee una terraza y una pared de cristal orientada hacia el bosque. El enorme tamaño de este muro-ventanal contrasta con la reducida dimensión de la estancia, haciendo que la imagen del exterior sea el principal foco de atención para el ocupante.
Con el afán de que el protagonismo pertenezca enteramente a la belleza natural circundante, en el interior se ha optado por la sencillez y la discreción, escogiendo el blanco como color para las paredes y la madera para los suelos, además puntuales recubrimientos y piezas de mobiliario. Mediante esa combinatoria, Bengo Studio establecen una fluida unidad con la materialidad exterior del edificio y logran también que los espacios interiores sepan armonizar con el bosque. Contemplada desde la distancia y entendida como un árbol más, la arquitectura se erige aquí con serenidad y carácter propio.