En plena Blair Road en la zona de Tanjonj Pagar en Singapur se sitúan, en la trasera de un negocio, 350 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas unificadas por un único hilo conductor: (casi) todo es blanco. Aunque abarque también áreas como el diseño de producto o el branding, el estudio especializado en interiorismo de Singapur Ministry of Design (MOD) arranca este 2020 con el nacimiento de su último proyecto de interiorismo blanco: Canvas House. A contrarreloj y con un presupuesto ajustado, debían resolver el briefing siguiente: diseñar una vivienda para alquilar entre media y larga estancia para creativos y miembros de la comunidad de expatriados.
No solo cumplieron con el encargo establecido, sino que además lo completaron añadiendo una propuesta de valor: tratar de unificar en un mismo lugar pasado, presente y futuro, dejando al huésped como único protagonista del espacio.
Más allá del primer vistazo
Son solo algunos toques de color los que interrumpen este gran proyecto de interiorismo blanco, donde el este color está por todas partes. Al emplearlo en paredes, suelos, muebles, piezas y accesorios, se consigue que la línea que hay entre el lugar y el objeto desaparezca por completo. Se respira orden, limpieza y amplitud; y sin embargo, estas decisiones radicales son un factor determinante a la hora de alquila: ¿viviríamos durante un año en Canvas House?
Por toda la superficie hay muestras de otros colores, más bien en tonos cálidos, que nos recuerdan que en esta casa podemos sentirnos acogidos. Esto ocurre en varias puertas, detalles en jarrones, dibujos en platos de pared o círculos en el suelo. Por otro lado, haber dejado pequeñas porciones sin pintar en maderas, ladrillos o fragmentos de muebles, es un recurso que, a su vez, consigue descubrirnos el revestimiento original de la vivienda. Lo que genera ese guiño al pasado que Ministry of Design buscaba aportar al espacio.
Para completar este efecto, se incluyen mobiliario y piezas de segunda mano como sillas, baúles, espejos o tocadores, que al estar pintados de blanco, nos dirigen a un contexto más nuevo y fresco: a un posible mañana. Un neón de dos metros de largo por uno y medio de alto prolonga esta sensación de rozar el futuro. Realizado por el artista Heng Kang Yong, leemos una de las frases más célebres del estadounidense Thomas Jefferson: “Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado”.
Los verdaderos protagonistas
No es la primera vez que MOD trabaja en un proyecto de este tipo ni, mucho menos, la primera vez que emplea colores arriesgados. Aunque nunca antes había apostado por una paleta tan extrema, es esta determinación lo que lleva a convertir a las personas que habitan este co-living en las verdaderas estrellas del espacio, dándoles la oportunidad de dibujar el presente desde cero en un lienzo literalmente en blanco. Esto consigue que el lugar se llene de energía y se active a través de unos inquilinos que figuran como personajes principales en la historia que el estudio singapurense ha decidido contar en esta ocasión.