Siddhartha, el entrañable personaje de la obra homónima de Herman Hesse, nos enseña a reflexionar mientras nos cuenta su azarosa vida. Entre sus lecciones, encontramos la que nos invita a renunciar a todo lo superficial y a comprender la unidad, la belleza y la perfección del flujo del universo. Resulta cautivador descubrir que Byung Hoon Choi predica lo mismo a través de sus creaciones, en las que convergen arte y función.
Byung Hoon Choi nació en 1952, y es considerado el primer —y uno de los más notables— exponente de la escultura contemporánea en Corea. La mayoría de sus proyectos son bancos y mesas monumentales de carácter minimalista tallados en basalto—aunque también trabaja con otros materiales como la madera y el mármol—; obras que, por su estética, evocan una civilización prehistórica.
El bagaje creativo de Byung Hoon Choi proviene de las bellas artes aplicadas y de la investigación sobre las culturas maya, inca, africana e india que lleva a cabo desde los años 70. Este estudio le ha llevado a desarrollar un lenguaje que relaciona las texturas pulidas y crudas de los materiales con el volumen que sus piezas ocupan en el espacio, y siempre con una intención: transmitir un mensaje de equilibrio y respeto hacia la naturaleza.
Su trabajo de Byung Hoon Choise ha expuesto por todo el mundo y forma parte, entre otra, de las colecciones públicas del Centro de Arte de Seúl, el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, el Museo de Diseño de Vitra en Alemania o el Museo de Artes Decorativas de París. También ha sido profesor de investigación, carpintería y diseño de muebles en la Universidad Hongik en Seúl. Además, la galería Friedman Benda de Nueva York ha realizado muestras individuales de su obra y otras colectivas, en las que ha participado junto a referentes como Fernando and Humberto Campana, Andrea Branzi, Marcel Wanders y Ettore Sottsass.
El mobiliario escultórico de Byung Hoon Choi da la impresión de estar impregnado, al mismo tiempo, de la filosofía budista y del minimalismo. La primera te invita a la meditación y a liberarte de las energías y pensamientos negativos y, el segundo, a despojarte de los elementos innecesarios y vivir con lo esencial.