Brutal Honesty se levanta como un bastión de hormigón. Concebida por Valentina Cerroni y Sebastián Andía desde O.F. Studio, esta vivienda en Mendoza plantea el brutalismo como un acto de verdad arquitectónica: materia desnuda, forma pura y arraigo emocional en la tierra natal.

Brutal Honesty. El regreso a la materia y al origen
Visualmente memorable, claro en su estructura y con una exhibición de materiales en estado crudo. Con estos tres rasgos sintetizó Reyner Banham el fundamento del Brutalismo en la década de los cincuenta. Unos principios estéticos que se vinculaban indisolublemente a una actitud ética: la expresión radical del hormigón desnudo y la masiva presencia formal del edificio, como una búsqueda de una pureza contundente que no teme su fuerza.

Y bajo el nombre de Brutal Honesty, Valentina Cerroni y Sebastián Andía —que simultanean su trabajo en Zaha Hadid Architects con la actividad de su propio despacho— han levantado una vivienda en un enclave natural de la provincia argentina de Mendoza. Sin titubeos ni prudencias, el dúo ha designado su proyecto con la expresión anglófona que designa la verdad entregada con absoluta y valiente autenticidad.


Aunque se encuentran afincados actualmente en Londres, el tándem ha decidido construir al pie de los Andes, en un punto donde confluye el desierto con la vegetación; un territorio al que siguen sintiéndose emocionalmente próximos. Como primera propuesta desde O.F. Studio —su estudio propio—, Brutal Honesty representa una confluencia simbólica entre sus ambiciones profesionales —relacionadas con los flujos internacionales de la arquitectura— y su paisaje natal. “No es solo un hito para el equipo, sino una suerte de regreso a casa: un gesto monumental enraizado en el mismo suelo que nos formó.”

Arquitectura brutalista que se construye en capas
La residencia se alza como un volumen de dos pisos y base poligonal en hormigón de tonos terrosos, a fin de fundirse con la coloración del terreno rocoso. En su planta baja, acoge las zonas compartidas —salón, comedor y cocina abierta hacia terrazas— y un ala con dormitorios; en la superior, se ubican el dormitorio principal y un estudio, rodeados por una terraza. Una escalera de metal y malla colgante en el exterior, cuya liviandad contrasta con la solidez del hormigón, articula los dos pisos. Y pequeños patios en el interior protegen árboles y ofrecen ámbitos adecuados para el reposo y recogimiento, como pequeñas capillas.

Asimismo, el concepto de “honestidad brutal” de este trabajo plantea varias capas simultáneas de significado. La primera, la de edificar desde lo más hondo del sentimiento de vinculación, pero también de conocimiento físico y emocional del paraje. La segunda, generar una arquitectura que no se oculte ni se disimule artificiosamente, sino que sea contundente en su esencia de construcción humana, en hermandad con lo hecho por la naturaleza. Y, la tercera, la posibilidad de haber desarrollado una exploración y formulación sin temores de la expresión de una arquitectura propia. Quizás en Brutal Honesty pueda reconocerse el contacto de Cerroni y Andía con el lenguaje de Hadid y de Asymptote Architecture; lenguajes formales que indagan en las tecnologías avanzadas, y que aquí les permiten mitigar la rigidez del brutalismo ortodoxo sin distorsionar su identidad.


La solidez de esta mole sostiene la apertura de recursos arquitectónicos que la conforman, igual que la cantidad de espacios fluidos cuyo empeño se basa en no desconectar al habitante de los elementos naturales que rodean los ámbitos más públicos del hogar. Mientras que las estancias de carácter más íntimo, recogen con las mismas geometrías que marcan los ambientes externos e intermedios, pero materializadas en madera en vez de hormigón. La impresión es la de un orden poético de componentes abstractos, materias que solo desean ser y decir aquello que estricta y esencialmente son. Un bastión o búnker que, en realidad, es un cobijo etéreo inspirado en un templo de meditación.

En este enlace puedes leer más artículos sobre arquitectura brutalista contemporánea.







