Parece que fue ayer cuando las famosas lámparas de lava eran el must de todas las estanterías; el volumen viscoso subía y bajaba dentro de la sesentera Astrolight con un movimiento hipnótico. Quizás los nuevos tocadiscos diseñados por Brian Eno y la Paul Stolper Gallery sean una elegante modernización de aquel concepto, eso sí, con iluminación led y calidad Hi-fi.
Sonido y luz. Unión primigenia
Hemos presenciado cómo el arte es capaz de aunar disciplinas que se creían lejanas, y más en tiempos donde lo híbrido marca la pauta. Pero no todo termina siendo terriblemente postizo o impostado. Cuando pensamos en la unión de la luz y el sonido, la energía sobrevuela otro ámbito mayor. Hay algo abstracto que los ensambla. Decimos luz y concebimos lo intangible, el destello inmediato. Invocamos el sonido y lo recibimos como una señal de aviso de algo que sucedió previamente. Su comunión es primigenia y nuestra misión siempre busca acompasarla.
Estudios creativos como Bloque, Squidsoup o Push 1 Stop se adentran en la sinestesia de percibir lo que se escucha y de escuchar lo que sencillamente puede verse. Por ejemplo, en Frozen Music la canadiense Desbiens-Desmeules encapsula las ondas en un espectáculo holísticamente visual. Y de esa inquietud creativa a gran escala, también se puede aterrizar en la miniatura de muebles como las Cloud Lamps de Richard Clarkson e, incluso, en elementos que poco tienen que ver con estas dimensiones tan digitales.
Al ver un tocadiscos se tiende a rememorar canciones de antaño; vibratos a distintas revoluciones. Su prototípica configuración ha sido un campo de pruebas en el diseño para hacer de la melodía una experiencia legítima. Dieter Rams lo tiñó de blanco en su modelo SK4 y Keonwoo Lee lo convirtió en una silueta arquitectónica con su Old Future. Pero en la voluntad de aunar sonido y luz como una danza conjunta, Brian Eno ha logrado hacer de este objeto tradicional una realidad completamente psicodélica.
Brian Eno y sus tocadiscos led
Cuando mencionamos la no-música, los ambients de este británico empiezan a susurrar a nuestro alrededor. Ese discurrir acústico, auspiciado por enfoques y técnicas de grabación únicas, no solo exhibe al célebre productor y compositor que estuvo —junto a Tony Visconti— detrás de aquella Berlin Trilogy de David Bowie, sino también a un artista que juega con la experimentación en toda su práctica. Y es que Eno, consciente de los paisajes sonoros que crea, también ha encontrado en lo visual un terreno potencial para el ensayo.
La conjunción de sonido y luz en su porfolio lo ha llevado a desarrollar un proyecto de edición limitada con la Paul Stolper Gallery. Acostumbrados ya a sus Light Boxes —lienzos suprematistas e incandescentes en movimiento con composiciones musicales a posteriori—, esta nueva colaboración supone un paso más allá, un paso que acerca a nuestras manos el poder del fulgor led. Estos 50 tocadiscos poseen mecanismos de iluminación integrados en la base y en el plato de 18 mm, dando lugar a una serie de combinaciones de color que se van generando mientras la música se reproduce.
La multiplicidad cromática lo asemeja a una obra de James Turrell, un faro ambiental que acompaña el ruido del vinilo con una secuencia tonal vívida. “Estuvimos sentados mirándolo durante siglos, paralizados por esta nueva experiencia de la luz como presencia física», afirma el productor. Como si fuese una lámpara de lava dispuesta a seducir con su apacible vaivén, el tocadiscos de Brian Eno deja que sonido y luz se abracen en un mismo cuerpo. Sin patrones ni reglas. Solo apostando por el libre albedrío de la energía, just for one day.
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Es un compositor, activista, cantante y productor musical inglés. A lo largo de su trayectoria ha desarrollado trabajos en géneros musicales como el ambient, el glam-rock, la música electrónica y experimental. Considerado un visionario y un innovador en muchos campos de la música, también ha desarrollado trabajos en otras disciplinas artísticas, en especial las instalaciones y las artes visuales
Las unidades están disponibles para su compra a través de consultas en el sitio web de la Paul Stolper Gallery. Actualmente están agotados.