Sostenible, humano, inteligente. Esta sucesión de adjetivos define algunas de las propuestas que se han presentado en recientemente inaugurada 5ª edición de la Bienal Iberoamericana de Diseño. En esta panorámica de más de 400 proyectos, que cuenta con el diseño expositivo del arquitecto Héctor Ruiz, nos hemos fijado en objetos sencillos y cercanos que seducen a simple vista.
Del mundo de la infancia y para él, nacen los Trompos de Héctor Esrawe. Esta práctica tradicional, que combina equilibrio y destreza, se viste de colores vivos y se transforma en juegos colectivos destinados a áreas de recreo para los más jóvenes. También para niños y como una solución ingeniosa y práctica, el proyecto IKO de Creative Prosthetic System echa raíces en los juegos de construcción como los Lego para ofrecer una prótesis sencilla, y lúdica a niños con minusvalía en los miembros superiores. Ellos mismos pueden armar su mano o su antebrazo protésico y cambiarlo según tenga que usarlo para jugar, comer o escribir.
De la infancia a la alimentación, la botella Ohoo! reinventa el concepto del almacenamiento y transporte del agua potable mediante una membrana comestible y/o biodegradable. En la cocina, Banco de La Agencia se presenta como una mesa con sus cajones escamoteados y una isla con fregadero con un sinfín de posibilidades: lugar de preparación de alimentos, de encuentro o de cultivo de pequeñas plantas.
Y para salir de casa, el casco Fuga de Closca, que aporta estilo al uso de la bici en ambientes urbanos. Sin bulto engorroso bajo el brazo, Fuga puede acompañar a cualquiera a una reunión y plegarse para esconderse en una mochila o maleta. Y ya que estamos fuera, debemos hablar del proyecto para limpiar el aire de Fresh Water Consulting.
Como dice Gloria Escribano, coordinadora de la Bienal, la curiosidad es el motor del mundo y, por extensión, el motor del diseño. Si el hombre es cambio, el diseño ha de ser la ejecución palpable de ese cambio. Y justamente es eso lo que encontramos en esta 5ª convocatoria: búsqueda, avance, energía, innovación y, sobre todo, fe en un mundo mejor. O dicho con otras palabras, optimismo y diseño.