Assemblage es el nombre de la colección que ha presentado el dúo The Back Studio y, a la vez, la descripción de su desarrollo a la hora de elaborarla. Estas creaciones, producidas por los jóvenes colaboradores Eugenio Rossi y Yaazd Contractor —ambos provenientes de la School of the Art Institute of Chicago—, se componen de elementos metálicos, clemas, anclajes y neones ensamblados en luminarias a medio camino entre lo escultórico y lo funcional.
Todas las lámparas tienen un aspecto en común: son un sistema organizado de componentes industriales, cuya función parece ser más la de disponerse dentro de un conjunto estético que la de iluminar. En ellas se combinan coherentemente transparencias, brillos metálicos y tonalidades cromáticas en un trabajo que se mueve entre el diseño indie y el rompecabezas contemporáneo. Todo ello con una simplicidad y una esencialidad que los ha llevado a usar la palabra “zen” para describir su proceso creativo.
Las implicaciones de realizar piezas de arte a partir de materiales preexistentes no son inéditas, y el método de concebirlas y ejecutarlas está muy en consonancia con el diseño actual. Ejemplos similares podemos ver en la obra de Lucas Muñoz con su lámpara 490 g copper tube consumed per second o en sus Tubular Shelves; en los británicos James Plumb, que agrupan lo viejo en lo nuevo con una poética exquisita; o también en el porfolio de Curro Claret, que con T300 nos incita a pensar en no crear desde cero, sino en cómo recuperar lo ya existente de manera que adquiera una utilidad. Algo que ya hicieron muchos años atrás los hermanos Castiglioni.
Pero ¿cuál es el pensamiento detrás de esta estrategia? ¿Es un modo de trabajar con lo que hay? ¿Es un gesto de conciencia medioambiental o se trata de un interés más personal por el cambio de estatus que sufre el objeto al ser contextualizado en una nueva forma? En cualquier caso, el resultado de Assemblage Collection es una serie de esculturas bellas y elegantes que desafían nuestras ideas preconcebidas sobre el arte y el diseño, al tiempo que nos invitan a imaginar otras configuraciones en un ejercicio posindustrial de recycling cool. |