Los discursos antagónicos al pensamiento convencional del diseño han quedado retratados en la nueva edición de Collectible Design Fair. Del 20 al 22 de mayo, el edificio modernista Vanderborght ha albergado las diversas secciones del evento —Main, Bespoke, Curated y la nueva The Editors— en sus cinco plantas. En ellas se mostraban las visiones de galerías, estudios y art designers alrededor de asuntos como la artesanía, los nuevos procesos de producción y las narrativas futuras.
Aunque siempre tenga que cumplir con el dogma de la función, un mueble no tiene por qué ser siempre sumiso y obediente. Muy lejos de esto, otro año más, los discursos antagónicos al pensamiento convencional del diseño han quedado retratados en la nueva edición de la feria de art design Collectible Design Fair. Del 20 al 22 de mayo, el edificio modernista Vanderborght ha albergado las diversas secciones del evento —Main, Bespoke, Curated y la nueva The Editors— en sus cinco plantas. En ellas se mostraban las visiones de galerías, estudios y art designers alrededor de asuntos como la artesanía, los nuevos procesos de producción y las narrativas futuras.
Manteniendo un pie en su idiosincrasia conceptual, durante esta 5ª edición ha podido advertirse el eco unánime del Arts & Crafts en los objetos expuestos, pero inserto en un desfiladero de ficción industrial. Bajo el sello de la galería Objects with Narratives, Lukas Cober encerraba la manufactura líquida en New Wave Side Table Liquid, mientras que Pietro Franceschini hacía del pelaje un nuevo manifiesto lúdico con Atlas. La primera, una mesa de resina de vidrio que exalta la forma cruda; el segundo, un puf amable tapizado con piel ecológica.
En esa deconstrucción de la naturaleza se ubicaban las Modular Flowers Lounge Sofa de Olga Engel. La asociación simbolista del nombre no se generaba por la geometría minimalista del asiento, sino por su modularidad combinatoria, como la que surge entre las flores blancas que salpican los prados.
En base a otra imitatio —algo más exacta—, la Coffee Table Solco de Constance Guisset escondía la sencillez bajo una sorpresa escultórica: un tablero de roble macizo unido a otro espejado que exhibía una suerte de eclipse en su reflejo. Además, como parte de esta sublimación surrealista, la alfombra mágica de Las mil y una noches se hacía cierta en el asiento volador Flying Chair de KRJST Studio.
Frente a esta pequeña extravagancia, la Low Pillow Chair de Lukas Gschwandtner nos lo ponía fácil invitándonos a cerrar los ojos y convertirnos en la Joven decadente de Ramón Casas. Y es que esta Collectible Design Fair no ha buscado crear caminos alternativos, sino moverse por los entresijos discursivos del art design para hablar acerca del presente.
Nos ha sumergido en un sueño lúcido sobre muebles que dejan de ser dóciles y protestan desde la propia estructura que los sostiene. Y alrededor de todo esto, el enigma: ¿podrá también el mercado atender a sus revoluciones?
El el siguiente enlace puedes ver más artículos de art design