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House NA. Sou Fujimoto. Arquitectura japonesa
House NA. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan

En Japón se saluda diferente, se viste diferente, se come diferente. Pero sobre todo, se vive la casa de manera diferente. Desde ROOM hemos querido acercarnos a su exótica cultura residencial y hemos descubierto interiores sedosos, siluetas audaces, recorridos sugerentes y perspectivas insospechadas. Una paleta de sabores sorprendentes para paladares atrevidos.

House NA. Sou Fujimoto. Arquitectura japonesa
House NA. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan

Ojeamos manga. Comemos ramen. Nos gusta el sushi o el sashimi bien de wasabi. Está claro: Japón nos atrae, nos cautiva. Delicadeza, preciosismo, explosión colorista, efervescencia pop… Pero en el fondo, no podemos evitar sentirnos un poco Bill Murray en el karaoke de Lost in Translation. Fascinados, sí, pero desde la perpleja extrañeza del que no es capaz de comprender la vida de estos japoneses, ya sean Otakus, Yakuzas, Sweet Lolitas, Cosplays o tristes oficinistas apretados unos a otros como sardinas en el vagón del metro.

House NA. Sou Fujimoto. Arquitectura japonesa
House NA. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
House NA. Sou Fujimoto. Arquitectura japonesa
House NA. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan

A diez mil kilómetros de nosotros

La cultura nipona se encuentra en nuestras antípodas. Eso lo intuíamos ya viendo sus inodoros digitales con múltiples programas de lavado y secado. Lo que para nosotros es desconcertante, ellos lo consideran el súmmum del buen gusto. Por ejemplo, el kintsugi o la sombra. El antiguo arte del kintsugi repara las fracturas del menaje cerámico con pasta de oro: un plato roto y recompuesto se considera más bello porque podemos ver su quebrada historia, ennoblecida con el metal precioso. La sombra, símbolo occidental del mal, allí se identifica como el aliado de la belleza: lo baña todo en misterio y matices. En su obra El elogio de la sombra (1933), Junichiro Tanizaki rechazaba lo iluminado por su evidente falta de contrastes. Nada más alejado del temeroso sermón de un cura de pueblo.

House H. Sou Fujimoto. Arquitectura residencial japonesa
House H. Sou Fujimoto

Esta discrepancia respecto a valores que consideramos universales resulta aún más sorprendente en las nuevas viviendas privadas de muchas barriadas japonesas. Son como una colección de Pokemons: cada casita tiene un superpoder para romper un tabú diferente. Espectaculares y llamativas, como joyas en el fango, florecen rodeadas de construcciones anónimas, marañas de cables eléctricos y aceras del ancho de una farola. El arquitecto japonés Kengo Kuma habla de la estrechez de las calles y de lo reducido de las parcelas, de apenas 70 m2, y de la obligación municipal de tener un espacio para guardar el coche. Todo esto lleva, según Kuma, a  la ausencia de jardines o grandes ventanas. Sin embargo, encontramos a menudo una ambigüedad digna de las dos caras del Barón Ashler, el pérfido villano de Mazinger Z. Por un lado, una introversión forzada y, por otro, una desmedida voluntad de apertura al vecindario.

House H. Sou Fujimoto. Arquitectura residencial japonesa
House H. Sou Fujimoto
House H. Sou Fujimoto. Arquitectura residencial japonesa
House H. Sou Fujimoto
House H. Sou Fujimoto. Arquitectura residencial japonesa
House H. Sou Fujimoto

De la introspección al destape

En el extremo hermético encontramos viviendas como la Dig in the sky, de Alphaville Architects, con fachadas completamente ciegas, volcadas a una vida interior sin contacto apenas con el entorno. Una forma que se enrosca en sí misma y se abre solo hacia el espacio vacío que se deja en el centro. Llevando este concepto al paroxismo autista, la Daylight House de Takeshi Hosaka, no presenta ventana alguna. Un techo poblado de lucernarios inunda las estancias de una íntima luz difusa, que, más que en una vivienda real, nos hace pensar en la escenografía de un apartamento en un plató de televisión.

Arquitectura japonesa. Dig in the sky. Alphaville Architects. Fotos: Shigeo Ogawa
Dig in the sky. Alphaville Architects. Fotos: Shigeo Ogawa

En el polo opuesto, encontramos frecuentemente una extroversión también marciana para el europeo. Un verdadero “destape arquitectónico”. Hablamos de viviendas con fachadas completamente vidriadas en sus cuatro costados. Una decisión sorprendente en solares rodeados muy de cerca (menos de tres metros) por construcciones a menudo poco atractivas. Sus habitantes son, sin duda, seres dispuestos a compartir su día a día desde una especie de instalación del MoMA. Como ejemplo, dos botones: la S House de Yuusuke Karasawa, sin un solo muro que no sea transparente; o la NA House de Sou Fujimoto. Esta última, configurada como un juego de plataformas para los videojuegos Atari, divide la superficie del domicilio en unidades domésticas mínimas asociadas a pedazos de suelo volantes en múltiples alturas. Así se vive en esta casa: saltando de la cocina a la biblioteca y de ahí al salón, como un Super Mario Bros en busca del cuarto de baño. Tan solo unos ligeros vidrios confinan los espacios interiores, difíciles de distinguir de los balcones suspendidos.

Arquitectura japonesa. Dig in the sky. Alphaville Architects. Fotos: Shigeo Ogawa
Dig in the sky. Alphaville Architects. Fotos: Shigeo Ogawa
Dig in the sky. Alphaville Architects. Fotos: Shigeo Ogawa. Arquitectura residencial japones
Dig in the sky. Alphaville Architects. Fotos: Shigeo Ogawa

La casa hecha pedazos

Esta atomización de los espacios del hogar suele venir vinculada a una hiperespecialización de los mismos, dentro de las reglas conceptuales de cada casa. La House O de Jun Igarashi, por ejemplo, se compone de un racimo de volúmenes diferentes, negros por fuera y blancos por dentro. El arquitecto los caracteriza como un personaje de Kabuki distinto: concede a cada estancia unas dimensiones y altura diferentes, las salpica de ventanas de tamaños variados y a distintas alturas, y esparce libremente los prismas resultantes, permitiendo intersecciones entre ellos, que devienen en umbrales escorados sin puertas. Y así todo el domicilio: desde el genkan, el tradicional zaguán para ponerse las pantuflas, hasta la intimidad del dormitorio.

Daylight House. Takeshi Hosaka. Arquitectura residencial japonesa
Daylight House. Takeshi Hosaka
Daylight House. Takeshi Hosaka. Arquitectura residencial japonesa
Daylight House. Takeshi Hosaka
Daylight House. Takeshi Hosaka. Arquitectura residencial japonesa
Daylight House. Takeshi Hosaka
Daylight House. Takeshi Hosaka. Arquitectura residencial japonesa
Daylight House. Takeshi Hosaka

Hiroshi Nakamura propone en su Teepee House un principio similar para una residencia de campo. En este caso, cada uno de los espacios toma una forma piramidal, ganando altura y luz, a la vez que reduce volumen a calefactar. El resultado, una pequeña cadena montañosa agazapada entre los árboles de un bosque.

La casa dentro de la casa

Muchos proyectos juegan con la idea de construir casas dentro de casas. Por ejemplo, la House N, de Sou Fujimoto, es una matrioska minimalista: un cubo, dentro de un cubo, dentro de otro cubo. Y cada uno de ellos, agujereado aleatoriamente con grandes ventanales como los ojos de Candy Candy. Estos filtros permeables, superpuestos como capas de cebolla, permiten una interacción graduada con el exterior. Entre la primera fachada, sin vidrios, y la segunda, encontramos terrazas con árboles de gran porte, difuminando la frontera entre dentro y fuera. Según vamos acercándonos al núcleo, estos ventanales perforados nos protegen o nos permiten un mayor contacto con la luz y crean infinitos juegos geométricos.

House N. Sou Fujimoto
House N. Sou Fujimoto

Con un planteamiento conceptualmente cercano y una solución formal radicalmente diferente, Studio Velocity firma la House in Chiharada. Se trata de un gran molino blanco. Dentro se disponen unos volúmenes dispersos que alojan cuatro escaleras descendientes, una a cada dormitorio y otra al cuarto de baño. En la planta de arriba, la vida en común campa libremente con sus macetas, mesas de comedor, sofás y alfombras orientales entre los intersticios creados por estos volúmenes. La planta baja y sus escaleras contrastan de manera poderosa con su exterior, tan blanco y puro como las paredes interiores. En estos torreones domésticos encontramos maderas macizas tratadas a la antigua, como si al atravesar sus puertas no cambiasemos solo de lugar, sino tambien de tiempo y espíritu. Del futurismo minimalista de Ulises 31 al rusticismo íntimo de Heidi. Todo en un solo proyecto.

House N. Sou Fujimoto
House N. Sou Fujimoto
House N. Sou Fujimoto
House N. Sou Fujimoto
House N. Sou Fujimoto
House N. Sou Fujimoto

El placer radical de la diferencia

No es extraño ver niños en las fotografías de casas japonesas jugando en cubiertas sin barandillas de seguridad, asomándose por huecos imposibles o paseando sobre suelos de vidrio. El componente lúdico y de experimentación es una constante en estos proyectos. Proyectos que nos invitan a vivirlos sin prejuicios, a sentirnos de algún modo como un Shin-Chan gamberro. ¿Cómo, si no, podemos acercarnos al mundo de la House K de Sou Fujimoto? Hablamos de una gigantesca cuña cuyo tejado transitable es un paisaje inclinado poblado de bancos, sillas y árboles en grandes macetas. Todo anclado al suelo para que no resbale pendiente abajo. Grandes ventanas se abren a nuestros pies, mientras trepamos la cresta de esta duna construida. El interior, quizás más identificable con una galería de arte, requiere una particular apertura de espíritu para entender el funcionamiento de su cotidianidad.

S House. Yuusuke Karasawa. Fotos: Koichi Torimura
S House. Yuusuke Karasawa. Fotos: Koichi Torimura

Esta voluntad de ser absolutamente radicales genera casas-alegato. Conceptualmente poderosas, cuestionan no solo formas y aspecto, sino el hecho de habitar en sí mismo. Algo en aparente sintonía con una sociedad en la que todo lo que adquiere tiene que estar a la última, ya sea moda, coches o gadgets tecnológicos. Sin embargo, todo profesional del diseño sabe que, cuando de la casa se trata, la mayoría de clientes muestran su lado más convencional. Ante semejante panorama, muchos arquitectos japoneses han optado por buscar la justa medida entre reinterpretación contemporánea y arquitectura histórica. Por ejemplo: aunque una residencia sea de tipo “occidental”, es habitual encontrar una habitación que mira hacia la tradición nipona.

S House. Yuusuke Karasawa. Fotos: Koichi Torimura
S House. Yuusuke Karasawa. Fotos: Koichi Torimura
S House. Yuusuke Karasawa. Fotos: Koichi Torimura
S House. Yuusuke Karasawa. Fotos: Koichi Torimura
S House. Yuusuke Karasawa. Fotos: Koichi Torimura
S House. Yuusuke Karasawa. Fotos: Koichi Torimura
S House. Yuusuke Karasawa. Fotos: Koichi Torimura
S House. Yuusuke Karasawa. Fotos: Koichi Torimura

Materialidad táctil

Los interiores son una montaña rusa para los sentidos. La ausencia de color se contrarresta con los tonos naturales de los materiales. Percibimos la agradable rugosidad de los tatamis y el tacto de las maderas, tratadas o brutas. El hormigón y el plástico, habituales en la arquitectura brutalista de los años setenta, aportan un contrapunto artificial. El enfoscado blanco, heredero del racionalismo, marca elegantemente los juegos de luz. Encontramos grandes vidrios translucidos como una revisión de las shōji, esas puertas correderas de papel de arroz que hemos visto en infinidad de películas. En fin, una evolución profundamente respetuosa con la historia, pero al mismo tiempo en una incesante búsqueda hacia una nueva excentricidad. Esa chispa necesaria para hacer que sus usuarios se sientan un poco más felices. Porque por muy raros que nos parezcan, tienen su corazoncito. Y como nosotros, o como Bill Murray y Scarlett Johanson, solo quieren encontrar su lugar en este caos contemporáneo. Y allí habitar dichosos. Tan ricamente.

House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan

House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan

House in Chiharada. Studio Velocity. Arquitectura japonesa residencial
House in Chiharada. Studio Velocity. Fotos: Kentaro Kurihara
House in Chiharada. Studio Velocity. Arquitectura japonesa residencial
House in Chiharada. Studio Velocity. Fotos: Kentaro Kurihara
House in Chiharada. Studio Velocity. Arquitectura japonesa residencial
House in Chiharada. Studio Velocity. Fotos: Kentaro Kurihara
House in Chiharada. Studio Velocity. Arquitectura japonesa residencial
House in Chiharada. Studio Velocity. Fotos: Kentaro Kurihara
House in Chiharada. Studio Velocity. Arquitectura japonesa residencial
House in Chiharada. Studio Velocity. Fotos: Kentaro Kurihara
Arquitectura japonesa residencia. House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
Arquitectura japonesa residencia. House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
Arquitectura japonesa residencia. House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
Arquitectura japonesa residencia. House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
Arquitectura japonesa residencia. House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
Arquitectura japonesa residencia. House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
Arquitectura japonesa residencia. House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
House K. Sou Fujimoto. Fotos: Iwan Baan
House in Kashiwa. Yamazaki Kentaro. Arquitectura japonesa residencial
House in Kashiwa. Yamazaki Kentaro
Foto: Naoomi Kurozumi Architectural Photographic Office
House in Kashiwa. Yamazaki Kentaro. Arquitectura japonesa residencial
House in Kashiwa. Yamazaki Kentaro
Foto: Naoomi Kurozumi Architectural Photographic Office
House in Kashiwa. Yamazaki Kentaro. Arquitectura japonesa residencial
House in Kashiwa. Yamazaki Kentaro
Foto: Naoomi Kurozumi Architectural Photographic Office
House in Kashiwa. Yamazaki Kentaro. Arquitectura japonesa residencial
House in Kashiwa. Yamazaki Kentaro
Foto: Naoomi Kurozumi Architectural Photographic Office
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan
House O. Jun Igarashi Architects. Fotos: Iwan Baan

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