ARCO vuelve al ruedo. Como un torero en horas bajas, no termina de dar la estocada de gracia a pesar de tantos picadores y banderilleros como han desfilado por esta plaza que supone la fiesta grande del comercio artístico español.
Este año, tan desangrado y con cifras que deslucen la faena, tenemos como invitado de honor en la tribuna a Finlandia. FocusFinland trae un total de 13 galerías seleccionadas por el comisario Leevi Haapala. En ellas encontraremos las propuestas de artistas como Elina Brotherus (Galería AMA) o Antti Laitinen (Galerie Anhava). A estos se le unen más de 200 salas, con programas nuevos y un nutrido grupo de curadores y profesionales dispuestos a corear conjuntamente ese mítico “the show must go on” al ritmo de un pasodoble. Para que finalmente el respetable saque sus blancos pañuelos.
FOCUSFINLAND
La idea de transformar la feria en una fiesta de “caza talentos” se afianza. En este sentido más de 60 galerías, distribuidas entre SOLO/DUO, SoloProjects, Opening o el citado FocusFinland, parten de la premisa de llevar a un artista (o dos) por stand. Se pretende con ello reforzar el conocimiento de la obra de autores de distintas generaciones y nacionalidades. Es así como más de 150 comisarios y profesionales buscan crear un foro de diálogo y estudio, donde desarrollar un perfil no solamente económico con unas cifras más o menos convincentes al cierre de la feria. Sino también un espacio de reflexión en torno a los procesos creativos, evolutivos y estéticos de sus artistas. Nos gusta la idea.
Y como se quiere una fiesta grande, ha tenido lugar recientemente una bajada del IVA, mientras se retoma la presencia nuevamente de importantes señores en esto del mercadeo del arte. De ese modo, entre otros, encontraremos a Peter Kilchmann, con Teresa Margolles o Bob Van Orsouw, con Anton Henning.
En definitiva, una lidia que el público general podrá disfrutar desde el 21 al 23 de este mes en IFEMA. Esperemos tras los tercios y con la corrida concluida, llevarnos las dos orejas y el rabo. Sino siempre podremos seguir echando la culpa a la mala actuación de los banderilleros de turno, al toro o a Urroz, su director.
