Archirivolto Design diseña para Actiu la silla Fluit con un trasfondo 100% ecológico. Su porcentaje matérico se divide en un 80% de plástico reciclado procedente del sector agroalimentario y en un 20% de fibra de vidrio también recuperada; datos que ponen de manifiesto que la producción responsable y la filosofía basada en el km 0 (todo hecho en el mismo sitio para reducir las emisiones) son pilares esenciales para la marca alicantina.
Historia y ecología
¿Qué tienen en común la sostenibilidad y un buque holandés del siglo XVI? La respuesta no es otra que la nueva silla Fluit de la firma Actiu, desarrollada en colaboración con el estudio italiano Archirivolto Design. El nombre escogido responde precisamente a la inspiración de la que parte: el histórico velero neerlandés fluyt, mientras que su planteamiento formal trae consigo un trasfondo 100% ecológico. Su porcentaje matérico se divide en un 80% de plástico reciclado procedente del sector agroalimentario y en un 20% de fibra de vidrio también recuperada; datos que ponen de manifiesto que la producción responsable y la filosofía basada en el km 0 (todo hecho en el mismo sitio para reducir las emisiones) son pilares esenciales para la marca alicantina.
La tecnologÍa de Actiu
Igual que el fluyt surcaba los océanos con su armazón robusto y de tamaño eficiente, este asiento de Actiu conquista las estancias con su estructura ligera y estable. Para lograr esta pieza de línea minimalista se ha empleado la técnica de la inyección de gas, un proceso que refuerza la resistencia y aporta suavidad al acabado, presentado en una gama cromática trendy: blanca, negra, gris, verde o mostaza. Y, además, entre sus características se incluye la opción de añadir reposabrazos e incluso un cojín.
De naturaleza apilable y con protección UV, el objetivo de esta creación de Actiu se centra en ofrecer confort al usuario. No obstante, en esta ocasión también se presta atención a su utilidad dentro de entornos multifuncionales. Nos encontramos en un momento en el que el mobiliario ha dejado de temer a las barreras espaciales, y Fluit es el resultado de ello: una silla de funcionalidad transversal que supera los límites entre interior y exterior, entre zonas de trabajo, home office u hospitality para mimetizarse con cualquier espacio, de la misma manera que el diseño de los barcos está pensado para que se camuflen con el mar.