Desde el siglo XV al XIX, era muy habitual vislumbrar en el paisaje rural del condado de Kent una serie de edificaciones peculiares. Las oast houses estaban compuestas de varios cuerpos circulares adosados y terminados en tejados cónicos; su utilidad residía en el secado del lúpulo con el fin de fabricar cerveza. El estudio inglés ACME ha rescatado la figura de esta arquitectura vernácula del sudeste de Inglaterra para reinterpretarla desde una perspectiva totalmente doméstica.
Las oast house de ACME Architects
Hoy en día el secado del lúpulo se hace con un procedimiento industrial. Sin embargo, hubo una época en la que los secaderos funcionaban a pleno rendimiento. En ellos se calentaba aire en hornos de carbón—situados en la planta baja— que ascendía hacia donde el ingrediente estaba extendido, para así ser expulsado por las chimeneas cilíndricas.
Ahora, todos estos edificios están en desuso. Muchos de ellos se han reconvertido en establos, almacenes o viviendas. Un ejemplo de ello es el caso de los clientes del estudio ACME, una familia con dos niños pequeños que se mudó a Kent hace una década y alquiló una oast house. Con los años, se maduró la idea de trasladar el estilo de vida que se da en un ambiente tradicional como este a un interior contemporáneo renovado.
Bumpers Oast. Las raíces de la arquitectura vernácula
De esta manera nació Bumpers Oast, una mirada cercana a este modelo de arquitectura vernácula que el estudio liderado por Friedrich Ludewig propuso. “Bumpers Oast ha permitido que nuestro trabajo vuelva a sus raíces, explorando nuevas tipologías residenciales como hicimos con Hunsett Mill. Su aspecto es radicalmente diferente a su predecesor, y solo fue posible gracias a un cliente visionario y a un proyecto de investigación exhaustivo en la lengua autóctona. Esta casa puede ser actual y al mismo tiempo estar orgullosa de tener la identidad de Kent.”
Formalmente, la vivienda se compone de cinco torres con tres plantas cada una, ligeramente separadas entre sí, pero conectadas mediante un área central. Todos los dormitorios están en el primer piso, y cada uno posee su propia escalera privada a un nivel superior, creando un entorno comunitario en la parte inferior, compartido en el primer piso y con pequeños retiros aislados, mucho más privados, en la zona superior.
La estructura es completamente de madera y está revestida por más de 41 000 tejas, fabricadas siguiendo el método tradicional del lugar. El interior está envuelto con madera contrachapada de abedul, empleando paneles más grandes en la base que se van desvaneciendo conforme ascienden en espiral hacia las cubiertas cónicas. Otro elemento que se trató con un matiz especial fue el mobiliario, curvo en todas las estancias, que se tuvo que hacer a medida para poder acomodarse y aprovechar al máximo todos los espacios de la vivienda.
Con Bumpers Oast, la arquitectura vernácula adquiere un nuevo sentido. No solo es un modo de adaptarse a los medios, costumbres y materiales locales, sino que ahora se reinventa y actualiza para responder a las necesidades de la domesticidad contemporánea.