M.A.D Collective es un estudio creativo con sede en Montreal que, después de más de 20 años organizando eventos de moda, arte y diseño a nivel internacional, en 2022 se sometió a un rebranding, con cambio de nombre incluido. Y ahora les ha tocado a sus oficinas, que acaban de transformarlas en un espacio más creativo donde compartir las instalaciones con socios, colaboradores, artistas y artesanos locales: un auténtico hervidero de ideas en las que trabajar juntos.
De imprenta a sede de M.A.D. Collective
La planta baja de un edificio del Village —uno de los barrios con más vida de la ciudad de Montreal— ha sido el escenario en el que se ha proyectado este nuevo espacio a cargo del estudio de arquitectura Ivy. Así han transformado una antigua imprenta de 1939 en oficinas y áreas creativas, con una estética de work in progress donde el entorno se percibe en constante evolución.
Los materiales de construcción quedan a la vista y hay componentes que se sienten inacabados, pudiendo jugar con ellos y, por tanto, moverlos y modificarlos en cualquier momento. De esa forma mezclan elementos en bruto con otros de apariencia más lujosa. Un estilo inspirado en la manera de pensar y trabajar de M.A.D. Esta estrategia les permite alejarse del diseño convencional para crear una estética poco común, única para las marcas con las que hacen sesiones fotográficas, pero también celebraciones ocasionales, exhibiciones y tiendas pop up.
Un coworking con distribución flexible
La disposición del local es alargada; por lo que la entrada de luz ocurre únicamente por la fachada principal, de ahí que las secciones destinadas a la asistencia de más público estén en la parte delantera. Mientras que los despachos donde se necesita más privacidad y quietud se ubican en la trasera.
La entrada se hace a través de la cafetería, que durante el día sirve de cocina para los trabajadores y por la noche se convierte en barra de servicio para eventos. Junto a esta zona común se despliega un gran comedor, usado también como lugar de reunión informal. Al otro lado de la entrada —y aun disfrutando de la iluminación natural de los ventanales de la fachada—, un ambiente diáfano se despliega para ser utilizado como estudio en sesiones de fotos, grabación de vídeos y creación de contenido en general.
En la parte de atrás del coworking se ubican las oficinas cerradas, salas de conferencias y de reuniones. Pero por la propia naturaleza de la empresa, también podrían acoger un evento de moda o arte.
La simplicidad de los materiales
Tabiques a media altura y suelos están revestidos con baldosa blanca cuadrada. Las paredes perimetrales se muestran aparentemente inacabadas con la perfilería vista, como si el pladur estuviera sin terminar de colocar. La iluminación se centra en carriles con proyectores para flexibilizar su uso. Bajantes y conductos de ventilación quedan a la vista. El blanco es la base para que el terciopelo violeta de algunos detalles y del resto de mobiliario -que baila entre rosas y naranjas- destaque de un modo vibrante y retador. Un proyecto tímido e intenso a la vez en el que la creatividad juega al servicio de aquellos que buscan inspiración entre estas paredes.
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M.A.D. Collective es una firma que incluye varias ramas creativas vinculadas a la tecnología: comercialización, negocios, producción de vídeo hasta soluciones de realidad virtual, moda, etc.