Tendemos a pensar en el diseño de apartamentos en términos de mobiliario y decoración. Pero en ocasiones, hay estudios que se atreven a salir de la caja y clientes que conciben su estancia doméstica como una experiencia de juego. 67 m2 han sido suficientes para que UR Bureau refleje la era digital y tecnológica y la relación de esta con el ser humano. Con elementos de arte glitch y el uso de color block, Glitch Apartment nos adentra en un viaje estimulante a nivel visual.
Declaración de intenciones con arte glitch
Al entrar en la mayoría de casas encontramos un paragüero, un perchero o algún aparador decorativo. Sin embargo, en Glitch Apartment nos recibe un antiguo Mac afincado en el suelo, que hace las veces de pieza decorativa y también de reposapiés para atarse los cordones. Si se sigue avanzando hacia el área común, nos topamos de frente con una composición escultórica pensada para ocultar un pilar: un detalle que se erige como el principal atractivo de esta parte del apartamento.
Bajo una cubierta traslúcida —con una visera de plexiglás de impresión UV para generar un plano luminoso—, nos sorprende un tapiz de inspiración glitch que se extiende hasta los cojines. Y a modo de contraste, todo a su alrededor se muestra impolutamente blanco. Este rasgo se expande hacia el pasillo que acoge la cocina, una sala de estar y un espacio para comer. La intención ha sido crear un ambiente tranquilo, con esa ausencia de ruido tan carente en nuestras vidas actuales.
La técnica de Color block
El suelo autonivelante de epoxi, los techos de hormigón y las paredes sencillas han sido la base perfecta para que el elemento que delimite y a la vez una sea el color. Para la primera habitación se ha escogido el naranja para continente y contenido. En el interior, el equipamiento se ha reducido al mínimo —cama, almacenaje y mesa—, rompiendo el cromatismo cítrico con un poco de gris en el cabecero de patrón glitcheado.
Asimismo, en la otra estancia hallamos dos lugares claramente diferenciados, separados por una lámpara en forma de cruz: la de descanso en amarillo y la de trabajo en gris. Y, por último, el baño se ve invadido por un verde vibrante que se interrumpe únicamente en la ducha, de estética pixelada en blanco y negro.
“El proyecto se ha convertido en una extensión directa de las personas que vivirán en él y en una fusión única del lenguaje visual de UR Bureau con la naturaleza artística de los clientes”, señala Rustem Urazmetov de UR Bureau. Y así lo dibuja. Tonos fríos para las zonas comunes. Tonos vibrantes para las habitaciones de descanso. Y el referente tecnológico como hilo conductor en toda la vivienda.
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Es un estudio de interiorismo ruso fundado por Rustem Urazmetov y con sede en Moscú.