Con una normalidad plenamente conquistada —o eso parece— acudimos a la esperada cita de la Milán Design Week, en concreto a la exposición colectiva Design Re-Generation, comisariada por la revista Interni y coproducida por Audi, Plenitud y Whirlpool para el Fuorisalone. Dividida en varias ubicaciones, como la Università degli Studi di Milano, hemos presenciado sus diversas microarquitecturas, macroobjetos e instalaciones para descubrir cuáles son los nuevos códigos del diseño y cuáles son sus significados dentro del espacio en el que surge.
La Università degli Studi di Milano un showroom para el Fuorisalone
Como cada año, la revista Interni ha hecho florecer el Fuorisalone a través de una muestra muy en sintonía con los tiempos que corren. Atravesamos un anhelo de certezas y un derroche de dudas acerca de lo que conocemos: el arte, la política, la ciencia… Existe un impulso azaroso de querer regresar al origen o conectarlo con nuestro presente. Y Design Re-Generation se plantea así, como una respuesta inesperada del diseño ante la incertidumbre, sabiéndose que las cuestiones sobre ciudad y naturaleza, estética sostenible, tecnología artificial y el mismo futuro de la disciplina están sumiéndose en un pensamiento sin límites o barreras. Un todo es posible.
A propósito de esta circunstancia y del título de la exhibición, Andrea Branzi afirma que “en la Regeneración los resultados pueden ser ocasionales e inesperados, mientras que en el Renacimiento siguen reglas naturales o filosóficas. El diseño parece pertenecer a ambas categorías”. Esta dualidad es la que hemos presenciado en las instalaciones de la Università degli Studi di Milano, cuyos pórticos y corredores se han convertido en una galería al aire libre para descubrir las relaciones establecidas entre el objeto y su peso dentro de la espacialidad. Siempre provisto de un trasfondo crítico.
12 instalaciones site-specific en el Fuorisalone
Laberintos de naturaleza
Partiendo precisamente del redescubrimiento, dos jardines laberínticos anuncian el compromiso de dos empresas: The A-Maze Garden de Lissoni Associati para Amazon y el Labyrinth Garden de Rafaelo Galiotto para Nardi. El primero está organizado por muros curvos de madera con revestimiento de aluminio, como un ensayo sobre la descomposición De Stijl del árbol de Mondrian.
En esta alegoría sobre el cuidado ambiental por parte del gigante del delivery, se encuentran museísticamente expuestos productos que pueden adquirirse en su catálogo. Por su parte, en el segundo se traza una disposición circular llena de vegetación que concluye en una torre realizada en plástico 100% reciclado. Subidos a ella somos conscientes de que los árboles sí nos dejan ver el bosque, a pesar del periodo de desorientación que estamos viviendo.
No a la intemperie, sino en un interior inmersivo, sigue de cerca esta estela Fractal: una sala de espejos que aborda el asunto de la conectividad actual, la identidad múltiple digital y el papel ecológico que debe tomar la tecnología. Un entorno onírico construido por Deutsche Telekom Design & Customer Experience junto a Layer, la agencia de Benjamin Hubert. Desarraigados del componente artificial, Cobalto Studio y Roca tratan la importancia de la arquitectura vernácula y las nuevas técnicas contemporáneas en Influence; este oasis mediterráneo que encierra en su estructura los ritmos marinos en formaciones de luces hipnóticas, mientras todo permanece en absoluta calma.
Folies en la Università degli Studi di Milano
A modo de folies que salpican el paisaje, destaca la microarquitectura biofílica reflejada en el pabellón de madera Equinoidea por Giacomo Garziano —muy a la manera de Kengo Kuma— y en la sala de reuniones de aluminio y cristal Alis, hecha por Zaha Hadid Architects. Una dicotomía precisa entre la contemplación vs la socialización.
También como capricho paisajístico, Elena Salmistraro pone la nota lúdica y colorista con su representación mitológica de Hydra en una fuente escultural, una metáfora clara de la regeneración cíclica del agua. Y ajeno a las formas convencionales, butacas colosales y mullidas del Metaverso aterrizan en la Cortile d’Onore. Peluches gigantes modelan el Mega-Verso de Alberto Carili, cuyas proporciones hiperbólicas y surrealistas nos introducen en un sueño transitorio, un cambio de dimensiones entre lo virtualmente factible y lo extrañamente concebible en nuestra realidad.
Mobiliario para la reflexión
El cambio del gran tamaño al pequeño discurre a través del mobiliario instalativo, que trae de vuelta estilos muy conocidos. El Memphis se autoproclama en Elementa, la obra de Ovre.Design con Cerasarda; compuesta por cuatro módulos, en ellos la cerámica representa la propia naturaleza y sus diversos elementos: agua, fuego, tierra y aire. En relación a lo meramente humano, Breathe de Filippo Taidello nos induce la empatía extendiendo lo de dentro hacia afuera con su juego de espejos, que se replica gracias a la videoinstalación de Skygolpe. Como colofón, la Poesia de lo cotidiano se instaura en los pórticos de Richini y San Nazaro, reivindicando la creatividad brasileña y su esencialidad con 40 piezas que dialogan entre artesanía y práctica industrial. Un regreso a las tradiciones del siglo XIX, pero encuadradas en el diseño contemporáneo.
Todas estas cuestiones y muchas más sobrevuelan esta nueva intervención de Interni Magazine en el Fuorisalone. Las mismas que colapsan nuestras agendas y nos acercan a una imagen del diseño que, como Branzi bautiza, parece “una madeja de hilo que toma forma mientras se va tejiendo”.
No te pierdas toda la actualidad de esta edición de la Milan Design Week 2022.