OPEN Architecture dedica un templo al sonido en un valle de los cerros de Chengde, China. Situado al norte de Pekín, esta área es famosa por albergar restos de la Gran Muralla; y es precisamente el lugar lo que conforma esta obra brutalista. A modo de inmensa escultura de land art, Chapel of Sound se inserta como el desplome pétreo de una cima de montaña caída por su ladera.
Un edificio brutalista en forma de zigurat
Li Hu y Huang Wenjing —los socios fundadores de OPEN Architecture— no pretenden engañar a nadie. Muy dados a jugar con la arquitectura, no quieren practicar la mímesis o la metáfora, sino acudir al símil. Así, los muros asimétricos de Chapel of Sound se constituyen por una superposición de capas —como un zigurat invertido— que dejan a las claras la intervención del hombre.
Calculados por la firma internacional Arup, toman su inspiración de la estratificación de los montes circundantes, pero lo hacen de una manera rígida y estandarizada en sus alturas dentro de la irregularidad de las formas. Los huecos que se abren en ellos inciden en el componente humano: son perfectamente racionales, rectangulares y horadan la fantasía brutalista de la fachada.
La figura de zigurat volteado y clavado en el terreno, además de dotar de una cierta elegancia a la rudeza del cuerpo, facilita la obtención de los ambientes programáticos: el auditorio interior semiabierto y un graderío externo, desarrollado sobre la ladera del valle y parcialmente cubierto por la proyección vertical del volumen.
Por dentro, el edificio es una cueva —como ya experimentaron en su proyecto para el UCCA Dune Art Museum, directamente edificado bajo una duna frente al mar— y se muestra exactamente igual que por fuera. No hay concesiones materiales a la ligereza: mezclado con piedra local machacada, se usa el mismo hormigón tan oscuro y rugoso como las montañas.
La sala de conciertos de OPEN Architecture
Para que el sonido sea óptimo, se han trabajado los quiebros angulosos con la ayuda de un software de acústica. Los vacíos en las paredes tienen varias funciones sensoriales: una muy pragmática es evitar la reverberación; otra, en la misma línea, posibilitar la entrada de luz; una tercera sería abrir vistas a las colinas y a la Gran Muralla; y la última, la más elevada de espíritu, permitir que se filtren los ruidos de la naturaleza.
La silueta de esta sala de conciertos es la de un laúd prehistórico cimentado por gigantes que hubiera perdido su mástil. OPEN Architecture ha planteado un templo para disfrutar de la música, pero también de los ecos de los pájaros, del viento y de la lluvia; de la melodía del sol entrando por la apertura superior, raspando la superficie áspera y negra de los laterales, de la platea o del escenario. Chapel of Sound es un ejercicio de sutileza y brutalidad que inserta, en un paisaje único por su entorno e historia, un elemento que dialoga con el tiempo mediante susurros y un espacio para la escucha, el relax, la meditación y la observación.
En este enlace puedes conocer Cloud of Luster, la capilla diseñada por KTX archiLAB.
En un valle de los cerros de Chengde, China, cerca de la Gran Muralla.
Hormigón con piedra machacada.